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En los últimos días, una imagen bastante impactante se ha viralizado en redes: se trata de una supuesta fotografía que muestra a los planetas Saturno, Venus y Mercurio perfectamente alineados sobre las puntas de las tres pirámides de Giza, en Egipto.
“Eso solo sucede una vez cada 2737 años, somos afortunados”, dicen los pie de fotos, tuits y mensajes que acompañan la imagen. Sin embargo, no se trata de suerte ni fortuna: se trata de una más de las mentiras que circulan a diario en el ciberespacio.
Uno de los primeros sitios en desmentir la veracidad de la imagen viral fue el portal en inglés Snopes, que se especializa en comprobar qué tan cierta o falsa es una noticia. El sitio la calificó de verdad parcial: aunque es cierto que de acuerdo con investigadores las tres pirámides sí están fuertemente relacionadas con la astronomía, esa alineación perfecta nunca ocurrió. Y, lo que es más: no es un fenómeno tan milagroso como quiere hacerse creer.
De hecho, dice Snopes, Mercurio, Venus y Saturno sí se alinearon el 3 de diciembre de 2012, pero también lo hicieron en 2007. Además, esa alineación no sería jamás en una línea absolutamente recta, como la de la imagen, y tendría una orientación más vertical que horizontal.
Más aún: no existe ninguna teoría científica válida que relacione a las pirámides de Giza con el cinturón de Orión, del cual hacen parte los tres planetas.
¿Por qué, entonces, la imagen se regó como pólvora? para el periodista científico español Alex Riveiro, la respuesta podría esconderse en una de esas teorías conspirativas que dicen que las pirámides fueron construidas por “alienígenas” quienes llevaron tecnología a los habitantes de Egipto pues ellos solos “jamás” (dice la conjetura) podría construir semejantes obras de ingeniería.
De acuerdo con un hilo que el escritor Riveiro publicó en su Twitter, “Si las pirámides realmente buscasen representar el firmamento visto en Giza... ¿por qué no hay ninguna representación de Sirio? No solo es la estrella más brillante del firmamento. Para los egipcios, su aparición indicaba la llegada de la época de crecidas del río Nilo”.
Y sigue: “¿Por qué motivo podrían obviar una estrella que era tan importante en sus vidas? No hay ninguna explicación, al menos a simple vista, que resulte satisfactoria”. De entrada, Riveiro –así como prácticamente todos los astrónomos serios– descarta la visita de alienígenas que construyeran las pirámides.
El norte: esa línea verdadera
Sin embargo, que la imagen sea falsa no quiere decir que la piramides de Keops –así como otras del imperio egipcio– no tengan una relación importante con las astronomía. Es evidente que las tres están perfectamente orientadas hacia el polo norte. ¿Cómo lograrlo sin los instrumentos tecnológicos de hoy en día, y teniendo en cuenta que la única estrella que hoy se puede observar sobre el polo norte, la Polaris, ene sa época no era visible?
“Aunque no había ninguna estrella en el polo norte, se podía observar cómo las estrellas se movían alrededor del norte en la bóveda celeste. Así que, desde hace unos años, se cree que lo que hicieron fue fijarse en las estrellas Mizar (en la Osa Mayor) y Kocab (en la menor)”.
Estas dos estrellas, ubicadas en dirección al Polo, tenían la particularidad “de que siempre estaban en puntos opuestos. Así que una línea imaginaria que uniese las dos estrellas indicaría el lugar exacto del polo norte”, añade Riveiro.