Oprah Winfrey: la creyente de la pseudociencia que quiere ser presidenta de EE.UU.

Desde su discurso en la pasada ceremonia de los Globos de Oro, se rumorea que la presentadora de televisión podría postularse para la presidencia de Estados Unidos en 2020. No obstante, a los científicos debería preocuparles esa opción tanto como el ascenso de Donald Trump.

Redacción ciencia
11 de enero de 2018 - 03:45 a. m.
En la pasada ceremonia de los Golden Globes, Oprah Winfrey se convirtió en la primera mujer negra en ganar el premio a toda una vida.  / Mike Nelson -EFE
En la pasada ceremonia de los Golden Globes, Oprah Winfrey se convirtió en la primera mujer negra en ganar el premio a toda una vida. / Mike Nelson -EFE

Estados Unidos podría pasar de tener un presidente que no cree en la ciencia a una presidenta que, prácticamente desde el inicio de su carrera, les ha dado voz a personajes que aseguran tener curas milagrosas o que niegan los principios básicos de la ciencia. (Lea también: Oprah Winfrey: los escándalos que podrían cerrarle el camino a la Casa Blanca)

Se trata de Oprah Winfrey, quien tras un poderoso discurso en la pasada gala de los Globos de Oro (los premios de televisión estadounidense), de repente se convirtió en una opción viable para la Presidencia de Estados Unidos. (Puede interesarle: ¿La mujer que puede ganarle a Trump?)

Después de que en redes se popularizara el hashtag #Oprah2020, varios medios salieron a recordarle a Winfrey las estrechas relaciones con pseudocientíficos que durante décadas estableció desde su imperio mediático —empezó con un talk show que ya es un canal de televisión, una revista, una estación de radio y páginas webs—.

A finales de los noventa, en el programa The Oprah Winfrey Show, la ya famosísima Oprah le presentó a su público a Phil McGraw, Dr. Phil, quien aparecía en un segmento del programa dando consejos psicológicos. Fue tal su éxito que en 2002 el Dr. Phil empezó su propio programa bajo el ala de Winfrey. El problema es que el "doctor" no tenía una licencia para trabajar como médico ni como psicólogo.

Y por si fuera poco, hace unos años, Phil McGraw fue acusado por varios invitados a su programa que sufrían adicciones al alcohol o a las drogas de haber sufrido presiones por parte del falso experto para comprar o consumir las sustancias contra las cuales estaban batallando.

Tras la salida del “doctor” Phil del programa, Oprah decidió apostarle a un nuevo médico: el doctor Mehmet Oz, quien al menos contaba con un título en medicina. Tanto desde el show de Oprah como desde el talk show que más tarde él dirigiría, se dedicó a promover tratamientos “milagrosos”.

En 2014 un subcomité del Senado estadounidense empezó una investigación en su contra por engaño al consumidor. En 2015, la Comisión Federal de Comercio declaró que su programa, que se transmitía en el canal de Oprah, era el espacio perfecto para que estafadores promovieran productos engañosos. A pesar de las pruebas, Oz sigue publicando en la web y la revista de Oprah.

En 2006, con Dr. Oz y Dr. Phil al aire, Oprah se dedicó a promover el best-seller de ese año: El secreto, un libro y DVD de autoayuda que aseguraba que si alguien deseaba intensamente algo, podía conseguirlo. Oprah invitó a su programa a Kim Tinkham, una mujer a quien le habían diagnosticado cáncer de seno y quien, según dijo en el show, había optado por seguir un tratamiento basado en una dieta alcalina cuya efectividad ya fue desacreditada y en la aplicación estricta de los planteamientos de El secreto. Tres años y una mastectomía después, Tinkham murió por la metástasis del cáncer. Winfrey no se pronunció al respecto.

Ese no fue el fin del coqueteo de Oprah con la pseudociencia. Al año siguiente, en 2007, en su programa llamado Las madres que luchan contra el autismo, Oprah invitó a su programa a la actriz y exconejita de Playboy Jenny McCarthy, para que hablara sobre la forma como se dio cuenta de que su hijo era autista, supuestamente a causa de las vacunas. Si bien Oprah leyó un fragmento de una carta del centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC en inglés), en la que el organismo señalaba que no había una sola prueba científica que relacionara las vacunas con el autismo, Oprah celebró el “coraje” de McCarthyy dos años más tarde le produjo un talk show, que terminó en 2011.

Pero eso no es todo. En 2010, la mujer negra más poderosa de Estados Unidos se reunió con Juan de Dios, un supuesto cirujano y médium que, sin seguir reglas de higiene básicas, opera a sus pacientes sólo usando un bisturí, unas tijeras y un cuchillo, y los “sana” por la “intervención” de “entidades espirituales de médicos y científicos muertos”. Por supuesto, ninguna investigación seria ha demostrado que sus métodos funcionen.

Estos son sólo algunos de los casos más sonados de las estrechas relaciones que desde su programa Oprah ha entablado con pseudocientíficos, falsos médicos y espiritistas. Por supuesto, eso no tiene nada de malo para la presentadora de un programa de TV basura. Pero para una posible candidata a la Presidencia de Estados Unidos, sí.

Por Redacción ciencia

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