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Ovejas, que han sido inseminadas con el esperma más antiguo existente, han tenido descendencia, según un comunicado de prensa de la Universidad de Sydney. Según los científicos, el semen almacenado a -196 grados centígrados durante 50 años y las muestras congeladas recientemente tuvieron una eficacia similar.
En 1968, científicos del Instituto de Agricultura de la Universidad de Sydney congelaron el esperma de cuatro ovejas merinas, proporcionado por un agricultor local que ha colaborado con la Universidad de Sydney desde principios de los años sesenta. Una de estas ovejas, Sir Freddie, nació en 1959 y murió en la década de 1970. (Puede leer: Nacen en Sudáfrica los primeros leones concebidos por inseminación artificial)
El año pasado, los investigadores dirigidos por Simon de Graaf decidieron analizar el esperma de Sir Freddie, almacenado en nitrógeno líquido a una temperatura de -196 grados centígrados. Los científicos lo descongelaron y verificaron su viabilidad (el número de células espermáticas vivas), su movilidad y velocidad de movimiento, así como la integridad del ADN.
Luego, los científicos inseminaron espermatozoides de una antigüedad de 50 años a 56 ovejas. Como control, utilizaron muestras recientes de esperma de 14 ovejas productoras, con las que inseminaron 1.048 ovejas. La efectividad de los espermatozoides era aproximadamente la misma. 34 corderos tuvieron ovejas (61%), que fueron inseminadas con esperma de 50 años, y 618 ovejas (59%) del grupo de control. (Le puede interesar: Hallada una nueva especie de anfibio en Ecuador)
“Los corderos parecen tener pliegues en el cuerpo que comúnmente se encontraban en Merino a mediados del siglo pasado. Esta característica de la raza fue elegida originalmente para maximizar el área de superficie de la piel de oveja y la cantidad de lana. Desde entonces, esta característica ha perdido popularidad debido a que los pliegues dificultaban el corte y aumentaban el riesgo de infección por las larvas de las moscas”, dice Simon de Graaff.
Anteriormente, científicos llevaron a cabo una investigación que reveló que las ovejas clonadas no están más predispuestas a la artritis que las normales. El estudio se publica en Scientific Reports.