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Alejandro Gaviria, Francia Márquez, Luz Marina Bernal, Rodrigo Uprimny y Edson Velandia hicieron parte del foro virtual ¿Qué es lo que nos hace libres?, impulsado por Idartes. En él, los ponentes discutieron sobre las diversas expresiones de la libertad (constitucional, política y social), así como su aplicación en territorios y comunidades. La conversación, en el marco de la celebración de la independencia, terminó por ser una reflexión sobre la cultura, los Derechos Humanos, el Estado, la democracia y el arte; este último considerado como herramienta clave en la construcción de las libertades humanas.
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Bernal, líder social defensora de los Derechos Humanos, aseguró que la libertad en Colombia es muy limitada. La plena realización de esta se logra a través de un trabajo digno, la satisfacción de necesidades básicas y la garantía de seguridad. “La palabra libertad es tan grande y a la vez inalcanzable porque hay contrariedades que no nos permiten vivir lo soñado”.
A lo anterior se sumó la voz del jurista Rodrigo Uprimny. En su opinión, la libertad, tal como está consagrada en la Constitución, depende, estrictamente, de la seguridad, la libre personalidad y la construcción democrática. “En Colombia hay disfunciones para ciertos sectores de la sociedad y esto se agrava con la pandemia porque, contrariamente, el virus es democrático y agudiza las desigualdades”.
Márquez, como vocera de los territorios y comunidades, profundizó en este último punto, pues la desigualdad social, en la que históricamente ha vivido Colombia, es causa estructural de las diversas problemáticas sociales que hoy persisten. Si bien se han hecho avances en el reconocimiento constitucional de la diversidad y la libertad misma, lo cierto es que a medida que la violencia en los territorios se agudiza, la libertad se reduce. “Me siento libre cuando escucho la marimba y el bombo, pero cuando dejan de sonar empezamos a escuchar los bombardeos que no nos dejan seguir tranquilos. Ojalá este grito nos permita reconciliarnos y pensar en que la desigualdad no puede continuar”.
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La libertad también resulta problemática en el mundo de las artes. Edson Velandia, representante del género la rasca, admitió que esta es una utopía. Hay libertad para educarse, pero no hay cupos suficientes. A esto se suma las limitaciones en la libertad artística y de expresión. “En este momento nos corresponde tomar partido como artistas de una manera más fuerte, tenemos que hacer que la música esté al servicio de la libertad”.
La discusión la cerró Alejandro Gaviria con fuertes pronunciamientos: la libertad es poder vivir sin estigmas, es reivindicar la importancia de llevar la contraria y de no dejarse llevar por los juicios de la opinión pública. “La fiebre autoritaria contagió a casi todo el mundo con un opresivo control social, los medios de comunicación alimentan el miedo y poco cuestionan los abusos del poder”.
El foro terminó con una reflexión alrededor del arte y su rol en la sociedad. Uprimny enfatizó en el potencial reparador de este, sobre todo en territorios afectados por el conflicto armado. A esta idea, Gaviria agregó que la diversidad cultural es una forma de construir narrativas de vida. Finalmente, Bernal afirmó que las expresiones artísticas son el medio para visibilizar, desde la voz propia, las problemáticas del país.