Censuran a Mark Twain por racista

El distrito escolar de Duluth, en Minnesota (Estados Unidos), decidió retirar de sus planes de estudios dos de las más populares novelas de la literatura norteamericana: "Matar a un ruiseñor", de Harper Lee, y "Las aventuras de Huckleberry Finn", de Mark Twain, por "críticas raciales" que podían hacer que los estudiantes "se sintieran humillados o marginados".

Cultura
16 de febrero de 2018 - 10:17 p. m.
Mark Twain, quien había luchado contra la censura en Estados Unidos, ahora es censurado por racista.  / Archivo
Mark Twain, quien había luchado contra la censura en Estados Unidos, ahora es censurado por racista. / Archivo

“La libertad de expresión está formalmente permitida, pero en la práctica, prohibida”. Hace más de un siglo, Mark Twain hablaba de la censura, y separaba con sutileza la ley de los hombres y la moral del ciudadano. Hoy, como hace un año y diez, vuelve a ser censurado por los policías de lo políticamente correcto, y por la debilidad y el azúcar de unos tiempos en los que cualquier palabra se torna ofensiva, y borra todo lo posiblemente instructivo.

Twain ha sido condenado por haber escrito “nigger” en Las aventuras de Huckleberry Finn y en Tom Sawyer. Los decenas de asociaciones de la moral y las buenas costumbres han decidido que esa palabra es denigrante, aunque su autor la haya escrito en el Siglo XIX, cuando las costumbres eran otras, y peor aún, aunque lo haya hecho para darle credibilidad a sus obras, uno de los rasgos más importantes de la literatura desde que la palabra es palabra.

A la misma quinta paila del infierno de los moralistas recalcitrantes de Twain han caído Harper Lee y su "Matar a un ruiseñor", J.D. Salinger con su "Guardián en el centeno", y hasta Harry Potter y sus mágicos poderes. La lista de la Asociación Nacional de Bibliotecas para la Libertad Intelectual en Los Estados Unidos no sólo da cuenta del rechazo a los libros señalados, íconos de la literatura mundial, sino que también en ella se pueden encontrar lecturas para jóvenes como la saga de Potter, Persépolis, Las ventajas de ser invisible, Los juegos del hambre y El mundo secreto de Therabithia.

Las acusaciones contra estos ejemplares incluyen el lenguaje ofensivo, las referencias al satanismo, la sexualidad explícita, la homosexualidad, la desnudez, la educación sexual, entre otras. Según las cifras de ese organismo, desde 2000 a 2009 se registraron cinco mil 99 acusaciones, mil 600 se registraron en bibliotecas escolares, mil 811 directamente en las aulas, mil 217 en bibliotecas públicas, lo sorprendente es que 114 se originaron por el material de lectura en clases universitarias y 30 en bibliotecas de esas instituciones de nivel superior.

Por Cultura

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