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Christopher Nolan: el brillante caballero oscuro

El director de la última película de Batman, que se estrenó en Colombia, ha buscado la credibilidad.

Alejandro Millán Valencia / Los Ángeles
26 de julio de 2012 - 11:41 p. m.

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En 2008 no hubo duda sobre cuál fue la película del año: Batman, el Caballero de la Noche. Pese a que en los premios de la Academia del Cine Quién quiere ser millonario se llevó el Óscar a mejor película, las críticas y la taquilla fueron unánimes al entronizar la segunda entrega del Batman de Christopher Nolan como la mejor película sobre un personaje de cómic, en la que el Guasón interpretado por el fallecido Heath Ledger era mejor que el de Jack Nicholson y la historia había creado una nueva mitología alrededor de uno los superhéroes más famosos.

La leyenda ha regresado. Con el estreno de la producción final de la trilogía del Caballero de la Noche, el mito renace y los rumores crecen como espuma: ésta es aún mejor, dicen. De hecho, Morgan Freeman, durante una entrevista realizada en el show de Jay Leno, fue categórico: “Uno creería que no era posible superar lo que se hizo en El Caballero de la Noche. Pero creo que sí, creo que esta es la mejor película que he visto”.

¿Será posible?

Lo que sí es cierto de antemano es que la emoción alrededor de esta película tiene un nombre propio, un responsable: el director británico Christopher Nolan. Muchos lo califican como uno de los directores más influyentes de Hollywood y lo comparan con el gran Alfred Hitchcock. Y así parece. Estamos en la conferencia de prensa para promocionar el filme en Los Ángeles. En la misma mesa están nombres de la categoría de Michael Caine, Morgan Freeman y el mismo Christian Bale, que interpreta a Bruce Wayne (Bruno Díaz). Pero todas las preguntas van dirigidas hacia la misma persona, Nolan, el director y coguionista. Sabe que todos los ojos están puestos en él y responde tranquilamente.

Al buscar razones para cómo una historia que había sido desahuciada por los estudios Warner (dueños de los derechos del personaje) después de la desastrosa Batman y Robin de 1997, pudo convertirse en este éxito rutilante, tal vez haya que apelar al carácter de Nolan, a su intención de darle veracidad y realismo a un personaje de ficción. Que un superhéroe, con decenas de transformaciones en sus versiones de cómics y caricaturizado en su versión para cine, tuviera una base real, humana. Que todos sintieran, casi, las miserias, conflictos y esperanzas del millonario convertido en vigilante de ciudad Gótica.

“En estas tres entregas podríamos haber hecho muchas escenas con ayuda de los efectos especiales, que además nos podrían haber ayudado a economizar algunas situaciones. Pero la premisa de Christopher es hacer filmes que estén apegados a la realidad, que si las escenas se hacen en realidad se van a sentir reales. Y si le poníamos muchos efectos especiales, la gente iba a empezar a ver las escenas un poco extrañas, a preocuparse por cómo se veían las escenas más que por lo que estaba pasando”, le dijo a El Espectador el productor ejecutivo de la película, Charles Roven.

En el 2000 Nolan sorprendió a Hollywood y al mundo con Amnesia, que se convirtió en un filme de culto, en especial por su estilo narrativo: la historia de un hombre que pierde la memoria, que se va contando al revés, desde el final hasta el principio. Esta película le valió a Nolan una nominación al Óscar por mejor guión y lo puso en el lugar de codiciado objetivo de los grandes estudios.

“Creo que es un gran narrador, sobre todo eso, un tipo que pone la historia por encima de todo (los efectos, el 3D). Y es un gran creador de historias: gracias a él Amnesia se convierte en algo más que una película que va hacia atrás o Following (su primera cinta), en más que una película de suspenso cualquiera. Él las convierte en reflexiones sobre la condición humana, como lo fue El Caballero de la Noche antes de esta nueva entrega. Nunca descuida lo que quiere contar y tiene una gran habilidad a la hora de escoger la manera de hacerlo con los planos más adecuados”, le explicó a El Espectador el crítico de cine Samuel Castro.

Y uno de los mayores aciertos de Nolan, además de darle humanidad al héroe, es transformar a los villanos en personajes a la altura de los protagonistas. Sin ir más lejos, el Guasón de Heath Ledger aún permanece en la memoria de las audiencias por su increíble interpretación, que cumplió con lo que el director esperaba en términos de aportar una cuota de sorpresa y originalidad.

“Ya se había hecho un Guasón casi payaso en la Batman de Tim Burton. Con Heath hablamos sobre cómo veíamos a este personaje y ambos teníamos exactamente el mismo concepto: que el Guasón tiene que ver con la amenaza de la anarquía y se deleita con la creación del caos y el temor a gran escala. Heath pareció entender instintivamente cómo hacer ese personaje de forma diferente a cualquier cosa que se hubiera hecho antes”, dijo Nolan a los medios durante la promoción de la anterior entrega de Batman.

De hecho, lo vuelve a hacer con el villano de turno: Bane. Este malvado personaje, el único que ha puesto en una silla de ruedas al Batman de los cómics, había aparecido en la desafortunada Batman y Robin de Joel Schumacher como un personaje que emitía gruñidos y trabajaba casi como un guardaespaldas de Hiedra Venenosa (Uma Thurman). Ahora aparece no sólo como un hombre con una fuerza casi imbatible, sino como un funesto enemigo capaz de hacer arrodillar a la sociedad de ciudad Gótica.

“Cuando pensé en el nuevo villano, sabía que tenía que ser alguien muy distinto al Guasón, o sea, alguien con fuerza bruta. No podemos olvidar que el componente físico de Bruce Wayne haciendo de Batman es muy importante y creo que no lo habíamos retado de verdad en los dos primeros filmes. Yo quería ver que Batman tuviera una pelea de verdad, con alguien con su mismo intelecto. Bane es fuerza bruta con una devoción fanática al deber, y esa combinación lo vuelve imparable”, le dijo Nolan a El Espectador.

Ahora, el camino para el director británico queda abierto para hacer casi lo que desee (rechazó hacer la Liga de la Justicia). De hecho, ya lo hizo a lo grande con El origen, una revolucionaria película sobre los sueños y las ideas, que permitió ver en los círculos de Hollywood que no sólo era el director de Batman sino un cineasta de vuelo que podía explorar otras vías en el lenguaje narrativo.

“Hoy por hoy, Nolan es el director más respetado en Hollywood. Es la persona con la que la mayoría de los actores y actrices quieren trabajar. Pero siempre se ha tomado el tiempo necesario para elegir sus proyectos adecuadamente, así que vamos a tener que esperar un tiempo antes de conocer otro proyecto suyo”, anotó Brent Lang, periodista de la revista de espectáculos The Wrap.

Primero, hay que aguardar a El Caballero de la Noche asciende. Luego, para el director y sus seguidores habrá tiempo de pensar cómo es la vida después de Batman, fuera de la Ciudad Gótica que Nolan supo construir.

Por Alejandro Millán Valencia / Los Ángeles

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