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"El hecho de que elijan a una escritora más del campo popular también significa algo. Creo que este año la feria quiso llegar a mas gente con el discurso y bueno, a ver si estoy a la altura de las circunstancias", explicó.
Piñeiro recibió la noticia con "mucha emoción" y "orgullo" mientras participaba en la última edición de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (México), la segunda más grande del mundo después de la de Fráncfort (Alemania).
"Me dio mucha emoción, es una mezcla de orgullo porque te elijan pero también de responsabilidad porque sabes que hay mucha gente pendiente", aseguró.
Confiesa que todavía no ha preparado la declamación pero advierte que está cansada de que lo que tienen por decir los escritores siempre quede opacado por los discursos más políticos en la jornada inaugural de la Feria del Libro, que se celebrará el 26 de abril en Buenos Aires.
En este sentido, Piñeiro reflexionó sobre la posibilidad de que los literatos también aprovechen este tipo de espacios para plantear realidades que afectan, no solo a la literatura, si no al propio oficio de escritor.
"Por suerte o por desgracia pertenecemos a una industria también, y para esa industria estamos generalmente para las pérdidas pero no para las ganancias", sostuvo la creadora de 'Las viudas de los jueves', 'Betibú' o 'Las Maldiciones', a modo de insinuación de por dónde puede transitar su discurso.
Esta superventas argentina lamenta que los "referentes" sociales ya no sean escritores o personas del arte o la cultura, si no "gente que, a lo mejor, no tiene una profesión clara".
En la actualidad, "son muy pocos los (escritores) que alguna vez son escuchados, y no digamos por el gran público. Hoy parece que los 'influencers' son otros", aseveró.
Escritora, dramaturga y guionista, Piñeiro es una de las autoras argentinas más traducidas, quizás por la "empatía" que genera con el público en sus textos y también en cada publicación a través de las redes sociales, donde no escatima a la hora de dar opiniones y posicionarse abiertamente en cuestiones que centran la actualidad del país.
Esa conexión es quizás la receta espontánea de su éxito. "Hay una frase que se repite muchas veces a lo largo de mi vida: 'Justo dijiste lo mismo que yo pensaba pero a mí no me salía con esas palabras'. Como si yo pudiera canalizar de alguna manera lo que otros quisieran decir y no pueden. Me parece que algo así pasa con mis manifestaciones públicas y quizás también pasa en la literatura", explicó.
Una sensación similar a la que tiene también sobre su público en el extranjero.
En Egipto, por ejemplo, donde en febrero presentó por primera vez dos de sus obras traducidas al árabe, a Piñeiro le "impactó" que lectores con una cultura y vida muy diferente a la de los barrios privados de Argentina se sintieran "totalmente identificados" con lo que la escritora narra en sus novelas más célebres.
El 2017 fue para Piñeiro completo desde lo profesional: Cumplió su tradición de publicar nuevo libro en año impar, 'Las Maldiciones', donde contrapone la nueva y la vieja política; y se estrenó la adaptación al cine de su novela 'Las grietas de Jara', bajo la lente del director Nicolás Gil Lavedra.
La escritora tentará a la suerte este otoño austral rompiendo su regla de oro con la publicación en octubre de su primera selección de cuentos, todos ellos marcados por un hilo conductor: "la irrupción" de un hecho "inesperado" dentro de la vida cotidiana de las personas.