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Rubricaron la actualización del convenio la directora de Patrimonio del país caribeño, Gladys Collazo, y Mary Jo Adams, directora de la Fundación "Finca Vigía", nombre del hogar habanero de Hemingway convertido en museo, donde se conservan unos 22.000 objetos personales del novelista.
La casona, situada a unos 15 kilómetros del centro de La Habana, fue descubierta por la periodista y tercera esposa del literato, Martha Gellhorn, en 1939, y comprada un año más tarde por Hemingway, quien pasó en ella casi la mitad de sus años como escritor en activo y en la que concibió "El Viejo y el Mar".
Mientras residía en "Finca Vigía" recibió en 1954 el Premio Nobel de Literatura y, tras su suicidio el 2 de julio de 1961, la mansión fue convertida en la "Casa Museo Ernest Hemingway", en cuya preservación han trabajado unidos especialistas de Cuba y EEUU, a pesar del embargo y la enemistad política.
Entre su colección destacan libros, trofeos de caza, discos, armas, papelería, fotos, una máquina de escribir que solía usar de pie y el yate "El Pilar", con el que el periodista salía a pescar y navegar por el mar Caribe que rodea Cuba.
"Ha sido un trabajo importante entre ambas instituciones durante más de quince años", dijo Collazo a la televisión estatal cubana.
Adelantó además que en el nuevo período abrirá un nuevo taller de restauración, edificación que permitirá dar "un paso importante para la protección del patrimonio documental de Ernest Hemingway".
La figura de "Papa" Hemingway está por toda La Habana, en la que se lo asocia con conocidos bares como "El Floridita" y "La Bodeguita del Medio".
El cercano poblado de pescadores Cojímar, que sirvió de inspiración para su novela "El Viejo y el Mar", también lo recuerda con un busto en el lugar donde solía amarrar "El Pilar".
La preservación de su legado ha sido uno de los pocos puntos en los que Estados Unidos y Cuba han coincidido a pesar del conflicto político que ha alejado a los dos países por más de medio siglo y que persiste aún después del restablecimiento oficial de relaciones en 2015.
"Papa", un filme biográfico sobre el escritor rodado por Bob Yari meses antes del "deshielo", fue la primera cinta estadounidense que se grabó en la isla en 50 años.
El largo pudo filmarse en Cuba gracias a que el Departamento del Tesoro de EE.UU. eliminó algunos obstáculos del embargo que hubiera impedido el proyecto, aunque impuso límites al presupuesto.