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El enigma inconcluso de Puccini

La soprano Francesca Patanè y el tenor Rudy Park, respaldados por talento nacional y extranjero, interpretarán la pieza del compositor italiano que estuvo ausente de los escenarios bogotanos por más de una década.

Juan Carlos Piedrahíta B.
03 de septiembre de 2014 - 04:09 a. m.
La cantante italiana Francesca Patanè ha representado el rol de la princesa Turandot más de 400 veces.   / Ópera de Colombia
La cantante italiana Francesca Patanè ha representado el rol de la princesa Turandot más de 400 veces. / Ópera de Colombia
Foto: Mats Bäcker
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El maestro Arturo Toscanini (1867-1957) siempre le fue fiel al compositor Giacomo Puccini (1858-1924). El reconocido director de orquesta tuvo bajo su batuta el debut de la ópera Turandot, pieza que el autor italiano tardó en crear de 1920 al 29 de noviembre de 1924, cuando un cáncer de garganta le impidió realizar los compases finales de la partitura de una obra que para él ya había perdido su condición de enigma musical para transformarse en una verdadera obsesión en tono mayor.

La Scala de Milán fue el escenario en el que por primera vez se exhibió al público la que sería la última creación de Puccini. En ese entonces constaba de dos actos y algunas páginas del tercero, y aunque para la fecha del estreno, 25 de abril de 1926, ya había ideas concretas para el cierre de la pieza operística, Toscanini optó por guiar a sus músicos sólo hasta la anotación final de compositor. Por eso omitió el cierre, algo improvisado y acelerado para su gusto.

En aquella memorable ocasión, el director italiano detuvo el impulso de la orquesta, frenó a los cantantes y, como pocas veces, le dijo al público que eso era todo lo que quería mostrar el maestro Puccini. Luego levantó la última página de la partitura como prueba de que el espectáculo ya era un fragmento del pasado e hizo bajar el telón. Los asistentes al teatro entendieron que acababan de ser testigos de un acto de respeto y de fidelidad sin precedentes en el canto lírico.

A pesar de que los libretistas Giuseppe Adami y Renato Simoni habían proporcionado los elementos suficientes para llevar la historia de la princesa Turandot, sus enigmas, y los alcances intrépidos del noble Calaf hasta la nota final, Arturo Toscanini se resistía a creer que la pieza podía mantener su calidad sin la presencia decisiva de Giacomo Puccini. Los bocetos de su puño y letra fueron a parar a manos del compositor Riccardo Zandonai, quien no contó con el aval del director y fue relevado por Franco Alfano, destacado autor y pianista que corrió con mejor suerte. A Alfano (1876-1954) se le atribuye el desenlace de la obra.

Turandot, tanto en su propuesta inconclusa como en su versión completa, siempre ha sido una de las piezas favoritas del público por la exigencia artística que representa para los protagonistas. El contenido emotivo, otorgado por las preguntas de la princesa de Pekín, la declaración romántica del sucesor al trono de los tártaros y la incondicionalidad de algunos sirvientes, marca la diferencia con otras partituras cuyo eje temático también es el drama sentimental. Turandot y Calaf padecen un pulso permanente entre el amor y el odio, y ese péndulo está condimentado con las actitudes de personajes bien definidos como Liù, Timur y los atentos Ping, Pang y Pong.

Por su carga sentimental, la Ópera de Colombia la escogió como su montaje principal para la temporada de este año. Desde hace más de una década, Turandot no se exhibía de forma oficial en un teatro bogotano, por lo que había que convocar a un elenco competente que lograra transmitir todo lo que Puccini y Alfano quisieron significar con su partitura. La soprano italiana Francesca Patanè y el tenor de origen coreano Rudy Park tienen la misión de representar a esta singular pareja que coquetea con el amor pero también le hace guiños a la muerte.

Además del talento internacional, el grupo vocal está respaldado por figuras de la lírica en Colombia como la soprano Betty Garcés Bedoya (Liù), el bajo barítono Valeriano Lanchas (Ping), Andrés Felipe Orozco (Pong) y Alejandro Escobar (Pang), todos ellos bajo la dirección musical del maestro italiano Marco Boemi.

Turandot regresa a Bogotá para ponerle punto final a un enigma y para ver finalizada una de las obras cumbres de Giacomo Puccini.

 

 

jpiedrahita@elespectador.com

Temporada de Ópera, septiembre 25 y 27, octubre 2 y 4 de 2014. Teatro Jorge Eliécer Gaitán, carrera 7ª Nº 22-47. Información y boletería: 593 6300 y www.tuboleta.com.

Por Juan Carlos Piedrahíta B.

 

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