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La cita era a las 12:00. El director de cine español, ganador de un premio Óscar por Belle epoque, llegaba con Abad Faciolince para hablar del séptimo arte, de la relación de ambos autores entorno a la adaptación de El olvido que seremos, el libro en el que el antioqueño cuenta la historia del vínculo con su padre, Héctor Abad Gómez.
¿Cuál sería la diferencia entre Carta a una sombra y la película de El olvido que seremos? La respuesta se dio en el transcurso de la charla. No solo es la diferencia en el género, pues la primera es documental y la segunda un largometraje de no ficción, también en que es un relato mucho más cercano y fiel a lo que Abad Faciolince cuenta en el libro y en las memorias de sus familiares con respecto a la vida que llevaban con Abad Gómez, el médico y defensor de derechos humanos que fue asesinado por hacer una obra humanista, asociada a ideales de respeto por la vida y por la igualdad social.
“Es una película donde se logra, una vez más, postergar el olvido”, afirmaba Abad antes de presentar algunos adelantos de una película que cuenta con un juego de colores y blancos y negros que evocan emociones y recuerdos que se hacen conmovedores por las memorias de una época en la que la violencia se incrementó en el país y en el que la muerte de Abad Gómez reafirmaba que la democracia en Colombia era un mito, pues a las voces e ideas diferentes las mandaban a callar entre guerrillas, paramilitares, narcotraficantes y eso que han llamado "fuerzas oscuras" dentro del Estado mismo.
“Las películas son una cosa extraña porque durante una serie de semanas, una serie de personas conviven desde la mañana hasta la noche. Es una vida comprimida. Cuando se acaba el rodaje uno queda con una sensación de grandísima soledad. Esa convivencia es maravillosa y uno hace amigos. Yo quedo con un montón de amigos aquí en Colombia luego de grabar esta película”, contaba Trueba.
Héctor Abad Faciolince, que también estará en el Festival del Libro Parque de la 93, contaba que que le temía a leer el guion, que tenía “miedo de que no me gustara. Qué le iba a decir yo a una persona que sentía como un amigo. Postergué mucho la lectura, creo que cuatro semanas”. Ahí fue cuando el escritor recordó a Luis Alberto Álvarez, cura y crítico de cine colombiano.
El autor de El olvido que seremos lo mencionó porque recordó que alguna vez Álvarez le propuso hacer una película sobre uno de los libros que Abad había publicado cuando era joven. El escritor lo intentó, pero al final el crítico le dijo que el guion que había desarrollado no servía, que eso era literatura. Esto para justificar por qué no intervino en el guion de la película. El mismo Trueba también evocó al cura y habló de las lecturas que le ayudaron para aprender y entender algunas ideas del cine en América Latina.
“Yo hace poco grabé el audiolibro de El olvido que seremos. Dura como nueve horas. Una película dura dos horas y media si mucho. Si hago esa comparación sabía que había que comprimir un relato de nueve horas a uno de dos horas. Increíblemente todo estaba ahí. Javier Cámara estaba destinado al personaje. Todo terminó volviendo a él y todos estamos satisfechos por ello”, confesó el escritor colombiano.
Fernando Trueba, ganador del Óscar a mejor película extranjera por Belle époque, grabó por primera vez en Colombia. El rodaje de El olvido que seremos terminó en junio del año pasado y representó una experiencia y un reto para la vida del director.
“Mi primera reacción fue de sentirme honrado y halagado por la propuesta. A la vez pensé que estaban locos, no se puede hacer una película de este libro. (…) Debo decir que un rodaje muy feliz. He tenido rodajes donde he sufrido, donde he llorado. En este en particular he tenido un equipo arriesgado. Fue una especie de generación y compenetración con la gente con la que trabajé porque todos éramos desconocidos. Es una maravilla cuando hay tanta complicidad y tanta entrega”, agregó el director de Belle époque.
“Una de las escenas más conmovedoras y poéticas es la muerte de mi hermana Martha. Después de hacer una proyección para la familia hicimos una fiesta y otra hermana se acercó y me dijo: hoy está cumpliendo años Martha”. Con esa anécdota que estuvo acompañada de una expresión de compasión en el público, Héctor Abad Faciolince culminó el conversatorio en el Teatro Adolfo Mejía de Cartagena.