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Goethe, sus tribulaciones y su obra (II)

A través de sus personajes, Goethe cuestionaba a sus contemporáneos, a la posteridad, y sobre todo, las verdaderas intenciones de los artistas y del público. Cuestionaba al hombre y la vida y el sentido de la vida. Cuando dijo “He vivido, amado y sufrido. Eso es todo”, resumía el existir, y se igualaba con los simples mortales, probablemente porque de tanto pensar y escribir y profundizar, había concluido que era un hombre, solo un hombre.

Fernando Araújo Vélez
13 de marzo de 2021 - 09:53 p. m.
Asesino sin pistola, harapiento sin harapos, juez sin poder de condenar, Goethe eligió escribir, y escribiendo fue asesino en sus libros, demonio, un harapiento con sus decenas de harapos, juez, verdugo, víctima y todos los hombres que pudo encontrar e imaginar en un hombre, e incluso, más allá del hombre.
Asesino sin pistola, harapiento sin harapos, juez sin poder de condenar, Goethe eligió escribir, y escribiendo fue asesino en sus libros, demonio, un harapiento con sus decenas de harapos, juez, verdugo, víctima y todos los hombres que pudo encontrar e imaginar en un hombre, e incluso, más allá del hombre.
Foto: Ilustración: Nátaly Londoño Laura
Fernando Araújo Vélez

Por Fernando Araújo Vélez

De su paso por los diarios “La Prensa” y “El Tiempo”, El Espectador, del cual fue editor de Cultura y de El Magazín, y las revistas “Cromos” y “Calle 22”, aprendió a observar y a comprender lo que significan las letras para una sociedad y a inventar una forma distinta de difundirlas.Faraujo@elespectador.com

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