La cachetada con guante de seda que le dio Japón a Colombia en Rusia 2018

El debut de Colombia en Rusia 2018 no solo tuvo que ver con fútbol. El partido que se jugó frente a Japón, en el que el equipo colombiano perdió 2-1, demostró que los japoneses nos vencieron culturalmente, una derrota mucho más preocupante que el resultado de la contienda. 

Laura Camila Arévalo Domínguez
19 de junio de 2018 - 10:44 p. m.
Imagen del vídeo en el que se evidencia cómo los hinchas colombianos burlaron la seguridad rusa e ingresaron alcohol al estadio de Saransk. / Cortesía
Imagen del vídeo en el que se evidencia cómo los hinchas colombianos burlaron la seguridad rusa e ingresaron alcohol al estadio de Saransk. / Cortesía
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Tres videos comenzaron a circular en redes al terminarse el juego en el que Colombia perdió 2 a 1 ante la selección de Japón.

En uno de ellos, se ve a los hinchas japoneses recogiendo la basura que se generó durante el partido. Los asiáticos se aseguraron de limpiar el espacio que utilizaron. Al fondo, se puede ver a los colombianos sentados, mirando a los aficionados del equipo rival.

Otro de los videos que se viralizó en poco tiempo fue el de los hinchas colombianos, no limpiando el estadio, sino burlando la seguridad rusa ingresando aguardiente dentro de unos binoculares. En el video de 27 segundos, los hinchas, que se ríen y celebran el hecho, ingieren el licor que posteriormente reparten entre los que están alrededor. Al final una de las acompañantes de los que estaban sirviendo las copas dijo entre carcajadas: “hábleme del ingenio paisa”. 

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La tercera muestra de “viveza criolla” fue el video en el que un colombiano intenta que dos japonesas repitan lo que él dice. La primera frase fue “Japón dos, Colombia uno” y ellas, riéndose, pero sobre todo esforzándose; lo siguen y a medias logran decir la frase. Inmediatamente después, él, portando una camiseta de la selección Colombia y con ayuda de sus manos y una exagerada gesticulación que facilite que ellas pronuncien adecuadamente, dice: “Yo soy bien perra”, y una de las japonesas lo repitió. El video se remata cuando, no contento con la primera frase, el hincha colombiano hace otro intento con: “Más puta pa’ donde”. Ella logró decir la frase y él la felicitó. 

Dos culturas diametralmente opuestas reunidas en un mundial que celebra el deporte. La lógica indica que el encuentro sería enriquecedor para ambos pueblos. Lo que realmente evidencian estos hechos es una brecha cultural enorme. Los japoneses una vez más demostraron decencia, educación y respeto por el otro, su espacio y la tierra. Son ejemplos de disciplina y civismo, algo que los colombianos seguimos postergando. 

Por su parte, la cancillería de Colombia publicó un tweet en el que reprueba los hechos y hace un llamado a ser conscientes que al salir del país nos convertimos en sus representantes:  "Invitamos a los connacionales que portan la camiseta tricolor y que representan a miles de colombianos en el Mundial de Rusia a fomentar el respeto y el buen trato. Rechazamos los malos comportamientos; no representan nuestra cultura, nuestro idioma y nuestra raza". 

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Con estos hechos, los japoneses le dieron una cachetada con guante de seda a la cultura del “vivo vive del bobo” que durante años ha imperado en el país. Los colombianos somos reconocidos mundialmente por nuestros buenos modales y amabilidad, pero los representantes que asistieron al debut de la selección en el mundial de Rusia nos dejaron muy mal parados y sobre todo, con mucho trabajo por hacer.

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Por Laura Camila Arévalo Domínguez

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