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La musa de ‘la mariposa’ cumple cien años

Este 22 de noviembre María Margot Mestre de Cabello, la musa de “La Mariposa”, una de las canciones más hermosas y mejor estructuradas de Tobías Enrique Pumarejo Gutiérrez, Don Toba, cumple cien años.

Ricardo López Solano
22 de noviembre de 2020 - 07:55 p. m.
A María Margot Mestre de Cabello, Tobías Enrique Pumarejo le compuso: "Mariposa de ojos claros/ que me vino a despertar/ Mirada de ojos raros/ que es imposible de olvidar/”.
A María Margot Mestre de Cabello, Tobías Enrique Pumarejo le compuso: "Mariposa de ojos claros/ que me vino a despertar/ Mirada de ojos raros/ que es imposible de olvidar/”.
Foto: Archivo Particular
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“Así como yo la quiero

como la buscaba yo

parece un ángel del cielo

que fue mandado por Dios”

“Cosas de Valledupar/ que causan admiración/ cuando me fui a levantar/ me ha salido una visión// En figura de mariposa/ me ha salido esa mujer/ así como son las cosas/ la pude reconocer//”.

Así rezan las dos primeras estrofas de esta bella canción que Pumarejo compuso en 1937, cuando María Margot rondaba los 17 años. Toda una osadía por parte de este magno compositor valduparense, que a mi entender y conocimiento se anticipó 30 años al realismo mágico de nuestro Premio Nobel de Literatura Gabriel García Márquez, ya que su novela cumbre, “Cien años de Soledad”, obra con la que la literatura universal inauguró el boom del realismo mágico, fue publicada en 1967.

Por otro lado, lo que más impactó a Tobías Enrique de María Margot, lo que fue su gran obsesión y línea de vida, dejando por sentado que fue su musa, fueron sus ojos, sus ojos claros, tal como lo describió en su tercera estrofa: “Mariposa de ojos claros/ que me vino a despertar/ Mirada de ojos raros/ que es imposible de olvidar/”.

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Lo de relacionar a María Margot con una mariposa y el poder reconocerla por sus ojos, ojos claros, a pesar de haberse transformado en un hermoso insecto, contrario al horripilante bicho que Franz Kafka describió en su antológica novela “La metamorfosis, se debió a dos detalles de gran significado para este insigne compositor. El primero de ellos, se relacionó con la fascinación que lo embargó, cuando en una oportunidad en la que pasó por el frente de su residencia, desprevenida la vio caminar desde la sala hacia el patio de la casa, lo que lo maravilló sobremanera. Y el segundo detalle que terminó potenciando al primero de ellos, se debió al enorme placer que lo embargaba cuando bailaba con ella. La suavidad y cadencia acompasada de sus movimientos con la que seguía el ritmo de la música y los pasos de su parejo, la danza de una mariposa, le causaba un enorme goce difícil de olvidar. De la síntesis de esos dos eventos es que surgió el segundo coro de este bello tema: “Me emociono al recordar/ ahí me emociono al recordar/ ese momento precioso/ que me vino a impresionar/ la mariposa que he visto/”.

Pero muy a pesar del afecto y cariño que Tobías llegó a sentir por María Margot, de la que me habló que eran primos, entre ellos no se dio una relación amorosa.

Fue una inspiración cariñosa, de familia, me dijo Pumarejo, yo bailaba mucho con ella. Sus ojos eran claros. En unos carnavales, en un baile social, había una prima que bailaba muy bien. Era mona de ojos claros, y repite lo del color de los ojos. Me pidió que le hiciera un paseo, y amanecimos bailando. Ese paseo lo saqué rápido. Como al mes ya estaba lista “La Mariposa”. María Margot era prima mía.

“Y esa Mariposa que me busca a mi/ y esa mariposa que me ira a decir/ y esa mariposa que me viene a ver/ y esa mariposa yo la buscaré/”. Estrofa que hace parte de primer coro, y es con la que, en el imaginario de Tobías Enrique, transcribe llena de poesía la escena en la que a María Margot cadenciosa caminaba por el interior de su casa para luego difuminarse en su interior, y que él, para su deleite y disfrute, ansioso esperaba verla de regreso.

La primera grabación de “La mariposa”, 1988, estuvo a cargo de Gustavo Gutiérrez Cabello, LP 22821191, sello Costeño-Codiscos, “El Binomio de Oro presenta a: Gustavo Gutiérrez el poeta vallenato”.

La segunda grabación de este tema, 1998, correspondió al reconocido clarinetista y saxofonista cubano Paquito D’Rivera, CD “100 years of latin love songs-PAQUITO D’Rivera with strings”, sello Heads UP Internacional LTD.

Pero la manera que PaquitoD´Rivera seleccionó “La mariposa” para su álbum musical “cien años de canciones de amor”, canción que erróneamente ubicó en la década de los años 1920-1930, ya que fue creada en 1937, es de lo más interesante, tal como lo referiremos a continuación:

Al respecto comentó Edimusica, editora musical de la casa disquera Fuentes, que “John Lannert, periodista de la revista Billboard, importante publicación de música internacional, y quien hace unos días visitó a nuestro país con la idea de conocer más a fondo nuestra música, participó como asesor en el repertorio de la nueva producción de Paquito de Rivera. Durante varios meses Edimusica Ltda., editorial musical fundada en 1955, le envió, de su amplio catálogo, diferentes propuestas de obras de compositores colombianos, entre ellas clásicos como “El pescador de barú”, “El peluquín”, “El anillito”, “La cumbia nació en Barú”, “La parabólica”, “La casa en el aire”, y “La subienda”, todas ellas con el control editorial de Edimusica. Casualmente, “La mariposa” de Pumarejo fue seleccionada por John Lannert para la nueva producción de Rivera”.

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Como un dato relevante, cabe recordar que no es la primera vez que una composición del maestro Tobías Enrique pasa la criba de una selección rigurosa. El primero caso se dio con un director de cine mejicano, 1960, que al igual que Paquito de Rivera requería un tema emblemático de cada país suramericano para incluirlo en la película que iba a dirigir. Y después de escuchar un amplio surtido de temas colombianos, entre ellos del maestro Rafael Escalona, la canción que finalmente eligió fue “Calláte Corazón”.

María Margot nació en Valledupar el 22 de noviembre de 1920. Sus padres el ganadero Vicente Sebastián Mestre y María Concepción Castro Baute pertenecieron a dos familias prestantes y respetadas de esta ciudad. Infortunadamente para María Margot su madre falleció cuando apenas contaba con diez meses de nacida. De su crianza, con el apoyo de su padre, se encargó su tía Adela Castro Baute y su esposo Casimiro Maestre. Pero cuando María Margot cumplió siete años su tía Adela falleció, quedando a cargo de Adela de Pupo y su esposo Ciro Pupo Martínez. Como lo refiere María Margot, ella contó con tres mamas y tres papas y con todos fue feliz. El amor y el cariño nunca le faltó, por lo que se siente muy agradecida por las personas que se encargaron de su crianza.

La futura musa de Pumarejo adelantó sus estudios, bachillerato comercial, en el colegio de La Sagrada Familia de Valledupar y contrajo nupcias en 1948, también en la ciudad de los Santos Reyes, con el odontólogo y ganadero Luis Cabello Pimienta con quien tuvo 4 hijos, tres mujeres y un varón. En 1986 después de 38 años de encontrarse felizmente casada, su esposo de 72 años, le diagnosticaron de un cáncer agresivo en el colón del que falleció poco tiempo después.

Por otro lado, a finales de la década de los años 70 del siglo pasado, María Margot de un momento a otro quedó sin habla y paralizada del cuello hasta las extremidades inferiores. Después de varios intentos fallidos de los primeros médicos que la examinaron para dar con la enfermedad que padecía, el Doctor Gutiérrez Acosta le diagnosticó Guillain barré, por lo que les recomendó trasladarla a Barranquilla o a Bogotá. Su esposo tomó la decisión de llevarla al Hospital Militar en la capital de la república en donde después de permanecer siete meses en tratamiento intensivos pudo recuperar el habla, la movilidad de su cuello y de las extremidades superiores, pero no así la de las extremidades inferiores, por lo que quedó confinada en una silla de rueda para el resto de su vida.

Muy a pesar de haber sufrido tantos inconvenientes lamentables, la muerte temprana de su madre, al igual que la de su segunda madre, la de su esposo y de sufrir una enfermedad tan terrible, su vida según sus palabras ha sido feliz. No se queja de nada, se mantiene siempre positiva, comprendiendo que las cosas suceden para bien y que no se pueden coger a mal.

En este sentido la educación y amor que recibió de sus padres y que sigue recibiendo de sus hijos, familiares, amigos, al igual que su fe religiosa y su devoción por el Santo Exeomo y la Virgen del Socorro, dicen sus hijos que han sido vital para mantener su espíritu positivo y rebosante de energía.

María Margot todos los días se levanta a las cinco de la mañana, un poco después con la ayuda de sus hijas se baña, tipo 8:00 desayuna, luego duerme hasta las 10:00 y entre las 10:00 y las 12:00, antes de almorzar, escoge el sitio de la casa donde quiere estar. Después del almuerzo vuelve a acostarse y se levanta tipo 3:30 pm. A las 4:00 se dirige hacia el dormitorio de su hija Adela donde por televisión escucha el rosario y una o dos misas. Después que come, tipo 6:00 pm se va a la cama donde ve televisión hasta que se queda dormida. Los domingos escucha de dos a tres misas diferentes, incluyendo la que se ve su enfermera.

Antes de iniciarse la pandemia por el covid-19, desde las 4.30 hasta las 9:00 pm a más tardar, a María Margot, que es conversadora, que le gustan que le hablen, le echen cuentos y que le comenten cosas, nada de chismes, la sacaban a la puerta de la casa en donde recibía las visitas de sus amigas y respondiendo el saludo de los conocidos que pasaban por el frente de su residencia. Los fines de semana, tipo 11.00 am, por turno, sus hijos la llevaban a pasear por los pueblos vecinos, entre ellos Patillal, Manaure, Atanques, San Juan, Villanueva, El Molino, San Diego, en donde además de almorzar, algo que le encanta, entre otras delicias, lo que habla de su buen apetito, comía almojábanas, bollos de mazorca y empanadas. Este tipo de entretenimiento a María Margot le hace mucha falta, pero no se ha dejado deprimir ya que sus hijos le han explicado muy bien lo de los estragos que está causando esta pandemia no solo en Colombia sino en el mundo.

Y a María Margot que ha sido un ejemplo de vida y la musa de una de las canciones más bellas y emblemáticas del maestro de maestros Tobías Enrique Pumarejo Gutiérrez, en sus cien años de vida no resta más que desearle, que feliz como ha sido, permanezca con nosotros un buen número de años más.

La mariposa

(Paseo)

I

Cosas de Valledupar

que causan admiración

cuando me fui a levantar

me ha salido una visión

II

En figura de mariposa

me ha salido esa mujer

así como son las cosas

la pude reconocer

Coro I

Y esa Mariposa que me busca a mi

y esa mariposa que me ira a decir

y esa mariposa que me viene a ver

y esa mariposa yo la buscaré

III

Mariposa de ojos claros

que me vino a despertar

Mirada de ojos raros

que es imposible de olvidar

IV

Así como yo la quiero

como la buscaba yo

parece un ángel del cielo

que fue mandado por Dios

Coro II

Me emociono al recordar

ahi me emociono al recordar

ese momento precioso

que me vino a impresionar

la mariposa que he visto

V

Así como son las cosas

ahi como son las cosas

como suelen suceder

en figura de mariposa

me ha salido esa mujer

Coro I

Por Ricardo López Solano

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