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De Samuel Langhornhe Clemens a Mark Twain (I)

El río. Una eterna promesa. Un fluir sin fin de peces y piedras, de desechos, de visiones. Y él allí, a la orilla, a la espera del milagro, porque del río siempre podía surgir un milagro. Él lo aguardaba, como todos a lado y lado del Mississippi, desde Nueva Orleáns hasta St. Paul, y brincaba de su asiento cada vez que alguien en Hannibal gritaba Vapoooooor a la vista.

Fernando Araújo Vélez
27 de agosto de 2020 - 06:18 p. m.
Mark Twain es el pseudónimo de Samuel Langhorne Clemens. Lo sacó de una escena que había visto miles de veces a lo largo y ancho del Mississippi, cuando los pilotos o los capitanes le pedían a los sondeadores que lanzaran una cuerda al río para medir su profundidad, y entonces decían “Marca dos”, que eran dos brazas de profundidad. Marca, Mark, Dos, Two, Twain.
Mark Twain es el pseudónimo de Samuel Langhorne Clemens. Lo sacó de una escena que había visto miles de veces a lo largo y ancho del Mississippi, cuando los pilotos o los capitanes le pedían a los sondeadores que lanzaran una cuerda al río para medir su profundidad, y entonces decían “Marca dos”, que eran dos brazas de profundidad. Marca, Mark, Dos, Two, Twain.
Foto: Nátaly Londoño Laura

Se estremecía, y mientras corría de un lado hacia el otro, sin saber por qué ni para qué, oía cómo se desperezaban el tendero, el mendigo, el cura, la señora que lavaba ropa y el niño que jugaba a hacer castillos de tierra. Y el alguacil, y el empresario, y la mujer del empresario, y su padre y su madre y la profesora y el vendedor de la única tienda de libros del pueblo. Todos empezaban a caminar. A dar vueltas y a mirar hacia el norte, con una ilusión por dentro. Eran los años de mil ochocientos cuarenta.

Fernando Araújo Vélez

Por Fernando Araújo Vélez

De su paso por los diarios “La Prensa” y “El Tiempo”, El Espectador, del cual fue editor de Cultura y de El Magazín, y las revistas “Cromos” y “Calle 22”, aprendió a observar y a comprender lo que significan las letras para una sociedad y a inventar una forma distinta de difundirlas.Faraujo@elespectador.com

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