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El rockero consiguió dividir en dos a los cerca de 45.000 espectadores que asistieron a su concierto en el estadio Allianz Parque de Sao Paulo y dejar en evidencia la polarización que existe en Brasil entre el ultraderechista y el socialista Fernando Haddad, su rival en la segunda vuelta de las presidenciales el 28 de octubre próximo.
Waters, conocido por su activismo político, publicó en una pantalla gigante en la que su concierto era retransmitido simultáneamente en el estadio una lista con líderes mundiales que calificó de neofascistas, en la que incluyó al ultraderechista brasileño, así como al presidente estadounidense, Donald Trump.
En la misma pantalla fue expuesta la frase "Ele nao" (Él no), que se ha convertido en un lema entre los brasileños que rechazan a Bolsonaro, un defensor de la dictadura militar (1964-1985) y polémico por sus declaraciones machistas, racistas y homófobas.
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En ambos momentos, el público se dividió entre abucheos y aplausos, aunque los primeros se escucharon con más fuerza en el estadio.
Mientras parte de los espectadores irrumpió a los gritos "Él no", la otra parte respondió con "Fora PT" (Fuera PT), en referencia al Partido de los Trabajadores, la formación que postula a Haddad, que lidera el encarcelado expresidente Luiz Inácio Lula da Silva y que ha sido salpicada por sucesivos escándalos de corrupción en los últimos años.
Bolsonaro, que obtuvo el 46,03 % de los votos el domingo, tendrá que dirimir la Presidencia brasileña en una segunda vuelta el 28 de octubre próximo con Haddad, que recibió el 29,28 %, debido a que ninguno de los candidatos obtuvo más de la mitad de los sufragios en la primera vuelta.
Waters, que en su gira mundial ha hecho críticas a políticos del mundo que considera fascistas, pronunció un discurso en el que pidió al público resistir ante quienes defienden el antisemitismo, la destrucción del medio ambiente y la tortura, entre otros.
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La exhibición de su lista de líderes neofascistas se produjo al final de la interpretación del clásico "Another brick in the wall", que concluyó con un coral de niños vistiendo camisetas con el letrero "resist" (resista).
En un discurso sobre los derechos humanos que pronunció en el concierto, Waters admitió que no es de su cuenta decir en quién los brasileños tienen que votar el 28 de octubre, pero que sí lo es alertar sobe el resurgimiento del fascismo en todo el mundo.
"Yo preferiría no vivir bajo la reglas de alguien que cree que la dictadura militar es una buena cosa. Recuerdo los malos días de Sudamérica durante las dictaduras y fue algo feo", dijo.
El concierto de Sao Paulo, en el que Waters interpretó algunos clásicos de Pink Floyd y canciones de su propia carrera, fue el primero en una larga gira por Brasil que también prevé presentaciones en Brasilia, Salvador, Belo Horizonte, Río de Janeiro, Curitiba y Porto Alegre.