Ciudadano Kane, de Orson Welles, no tuvo una gran acogida en 1941. Lo que se vendió en taquillas no alcanzó para recuperar el costo de producción. Y aunque contó con varias nominaciones en los Premios Óscar de ese año, sólo obtuvo el reconocimiento a Mejor guion, entregado a Welles y a Herman J. Mankiewicz.
Luego de la adaptación que realizó Welles de la obra teatral La guerra de los mundos a la radio, firmó con Hollywood, en 1938. Le dieron la libertad para desarrollar su propio proyecto. Y después dos propuestas rechazadas, se sentó con Mankiewicz a redactar el guion de Ciudadano Kane y finalmente obtuvo el aval. Fue su primera película, con poco más de veinte años de edad; Welles fue director, actor, productor y guionista de este filme.
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La película se narra desde flashbacks, principalmente, y se centra en un periodista que investiga la última palabra que mencionó Charles Foster Kane, un magnate de la prensa, antes de morir: “Rosebud”, mientras soltaba una bola de nieve que tenía en las manos. Kane era un hombre que, pese a su fama y su riqueza entre la prensa, nunca alcanzó ningún cargo político ni el amor que soñaba.
Esta película tuvo a la industria y la prensa estadounidense en contra, debido a difamaciones lideradas por el magnate de la prensa, la política y el sector privado, William Randolph Hearst.
Ochenta años más tarde, la película Mank (2020), de David Fincher, inspirada en el proceso de creación del guion de Ciudadano Kane, contó con diez nominaciones en esta edición de los Óscar, de las cuales obtuvo Mejor diseño de producción y Mejor fotografía.
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Mank cuenta la historia de Mankiewicz, con la actuación de Gary Oldman, haciéndole un homenaje al guionista que a lo largo de su vida enfrentó el alcoholismo y logró escribir un film muy particular y vanguardista para la época.
En 1941, Ciudadano Kane hizo una trasgresión de los géneros cinematográficos que no era convencional. La crítica intentó englobarlo como un drama de misterio, pero la idea no prosperó pues la película también tiene algo de terror, surrealismo, documental, comedia, e incluso de drama político, además de que cuenta con juegos de luces y enfoques.
La versión de Mank sobre la creación del guion de Ciudadano Kane, afirma que fue escrito únicamente por Mankiewicz, pese a que Welles también aparece en la firma. Algunas tomas recuerdan las escenas del Hollywood de los años cuarenta.