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La economía mundial se contraerá este año un 5,2 %, el mayor desplome desde el fin de la Segunda Guerra Mundial en 1945, pronosticó este lunes el Banco Mundial.
Según la organización, la caída es consecuencia del "rápido y enorme" golpe provocado por la pandemia del COVID-19. Asia será la única región que registrará un crecimiento de 0,5 %, mientras que Latinoamérica registrará una caída del 7,2 %.
En la región se prevé que Brasil se contraiga un 8 % este año, México un 7,5 % y Argentina un 7,3 %. Las otras tres grandes economías regionales, y que habían tirado del crecimiento en los últimos años, también sufrirán notables recesiones en 2020: Colombia, -4,9 %; Chile, -4,3 %, y Perú, -12 %.
Asimismo, en Centroamérica la actividad económica caerá un 3,6 % debido a las restricciones de movilidad, las menores remesas y la caída en la llegada de turistas, así como por los precios más bajos de los productos agrícolas.
Estados Unidos, por su parte, se contraerá un 6,1 % este año y la zona euro un 9,1 %, según el reporte de la principal institución de desarrollo mundial.
"Estas son unas perspectivas profundamente aleccionadoras, con una crisis que probablemente dejará cicatrices duraderas y planteará gigantes desafíos globales", dijo Ceyla Pazarbasioglu, vicepresidente de Crecimiento Equitativo del Banco Mundial, en una conferencia telefónica.
La contracción de la economía mundial llevará a la peor recesión en 80 años, pero la caída del producto bruto per cápita es la más extendida desde 1870. Esto puede arrastrar a entre 70 y 100 millones de personas a la pobreza extrema.
"El actual episodio de crisis ya ha mostrado la revisión a la baja más abrupta y rápida desde que se tienen registros. Si el pasado sirve de guía, puede haber mayores reducciones en las previsiones en el futuro, lo que significa que las autoridades deben estar preparadas para desplegar medidas adicionales para apoyar la actividad", agregó Ayhan Kose, director del informe de Perspectivas del Banco Mundial.
Kose, hizo sonar las alarmas sobre el escaso margen de maniobra de las economías emergentes comparado con la Gran Recesión de 2008-2010. “En la última recesión global, en 2009, muchos emergentes fueron capaces de implementar grandes paquetes de respuesta fiscal y monetaria. Hoy, en cambio, están peor preparados para capear una caída de la economía mundial y deben lidiar, a la par, con una crisis sanitaria severa”, Concluyó.