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La crisis económica a raíz de la pandemia del COVID-19 ha agudizado las brechas de género en el campo laboral y generado un retroceso de al menos una década, dado que 13 millones de mujeres han perdido sus empleos en América Latina y el Caribe, según el último Panorama Laboral de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
La tasa de participación laboral de las mujeres en 2020 sufrió una baja histórica de 5,4 puntos porcentuales y cayó a 46,4 %, lo que representa que 12 millones de mujeres salieron de la fuerza laboral en América Latina y el Caribe por la desaparición de sus empleos.
De acuerdo con los datos del Panorama Laboral de la OIT, hace más de 15 años que no se registraba una tasa tan baja de participación de las mujeres en el mercado laboral.
Asimismo, la tasa de desocupación regional en mujeres aumentó de 10,3 a 12,1 %, por encima del promedio de desocupación general, que subió a 10,6 por ciento, lo cual significa que aproximadamente 1,1 millones de mujeres se incorporaron al desempleo femenino.
La reducción de la tasa de participación laboral femenina refleja el porcentaje de mujeres que salieron de sus trabajos por la pandemia, pero no buscan uno nuevo porque no hay empleo o han tenido que atender otras responsabilidades en la familia.
En tanto que el incremento de la tasa de desocupación representa el porcentaje de mujeres que busca empleo, pero no encuentra.
Esas 13,1 millones de mujeres que han perdido sus puestos de trabajo se suman a cerca de 12 millones que ya estaban afectadas por la desocupación antes de la pandemia.
Desempleo llega a 25 millones
En total, alrededor de 25 millones de mujeres están desempleadas o se encuentran fuera de la fuerza de trabajo en este momento, precisó el informe de la OIT.
”Esta crisis sin precedentes ha exacerbado las brechas de género en los mercados de trabajo de la región, sacando de la fuerza de trabajo a millones de mujeres y anulando avances anteriores”, declaró el director de OIT para América Latina y el Caribe, Vinícius Pinheiro.
”Hemos retrocedido más de una década en un año y ahora necesitamos recuperar esos empleos y pisar en el acelerador de la igualdad de género”, añadió.
Pinheiro subrayó que “en este Día Internacional de la Mujer (8 de marzo), es crucial reafirmar el compromiso para recobrar el terreno perdido durante la debacle económica y social en nuestros países”.
Trabajos en servicio y comercio
El grave efecto de la pandemia en el trabajo femenino responde a que las mujeres estaban empleadas mayormente en los sectores económicos más afectados por las restricciones aplicadas para impedir el avance de la pandemia.
De acuerdo con el Panorama Laboral de América Latina y el Caribe de la OIT, la contracción del empleo en 2020 fue particularmente importante en sectores de servicios como hoteles (-17,6 %) y comercio (-12,0 %).
Otro factor que ha afectado y puede condicionar las perspectivas de recuperación del empleo de las mujeres son las dificultades de conciliar el trabajo remunerado con las obligaciones en el hogar.
”A todo esto hay que sumar el aumento del teletrabajo y del trabajo en el domicilio en un contexto de cierre o suspensión de los espacios de cuidado asociado con las medidas de confinamiento y de distanciamiento físico”, comentó la especialista regional de empleo de la OIT, Roxana Maurizio.
La organización planteó políticas sociolaborales pertinentes para evitar que la crisis regional se vuelva permanente y se extienda el alejamiento de la fuerza laboral femenina.
”Se requiere apuntalar, aún con más fuerza que antes, un proceso que asegure a las mujeres mayores oportunidades de empleo de calidad, formación y acceso a las nuevas tecnologías, reducción de brechas y el pleno cumplimiento de los derechos laborales”, precisó Maurizio.