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Los cibercriminales están aprovechando el interés por la pandemia para lanzar campañas de ciberataques para estafar a los usuarios ofreciendo vacunas, y desde diciembre, se ha detectado un crecimiento del 400 % en las ofertas de la vacuna contra la COVID-19 en la ‘dark web’.
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Los expertos de Check Point explican que los ciberdelincuentes están aprovechando la campaña de vacunación para su propio beneficio, ya que mientras que el mes pasado el precio medio de la vacuna era de US$250, ahora se sitúa entre US$500 y US#1000 en bitcóins, para poder evitar así ser detectados.
Desde Check Point señalan que ante el incipiente número de dominios registrados relacionados con la vacuna (sólo en los primeros días de noviembre se contabilizaron más de 1.000, la misma cantidad que en los tres meses anteriores), tanto el FBI como la Europol han alertado sobre este tipo de estafas, como recogen en un comunicado.
Así mismo, el mercado negro de venta de vacunas contra el coronavirus ha crecido en las últimas semanas. De hecho, desde la compañía detallan que han descubierto anuncios que no venden dosis individuales, sino grandes cantidades de vacunas, con el objetivo de engañar a usuarios con un mayor poder adquisitivo y quieran adquirir las unidades para sus familiares y amigos.
La preocupación generalizada por el aumento de casos de contagio y el temor a la llegada de una tercera ola con mayor índice de viralidad ha impulsado este modelo de negocio en la ‘dark web’, donde las ofertas de vacunas han crecido un 400 % desde diciembre.
Por otra parte, otro factor que marca el crecimiento del mercado negro reside en la variedad de vacunas disponibles. El hecho de que cada vez haya más empresas desarrollándolas, unido a que reciben las aprobaciones por parte de los organismos médicos competentes, deriva en que exista un mayor rango de opciones entre las que elegir.
En este sentido, los investigadores de la compañía señalan que, antes de que las vacunas aprobadas comenzaran a distribuirse en todo el mundo, detectaron anuncios que ofrecían vacunas “hechas en China”, que no tenían marca y no estaban aprobadas por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés).
Sin embargo, desde la distribución de las marcas aprobadas por la FDA en todo el mundo, la mayoría de las ofertas en la ‘dark web’ anuncian la venta de estas como marcas con nombre, o simplemente no especificando la marca de la vacuna.