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Una decena de senadores republicanos propuso al presidente de Estados Unidos, el demócrata Joe Biden, un proyecto de ley alternativo a su gigantesco plan de rescate de la economía, argumentando que el suyo podría generar consenso entre los dos partidos, anunció uno de los legisladores este domingo.
“Me he unido a un grupo de 10 senadores republicanos para escribir al presidente Biden hoy con el fin de proponerle un proyecto de ley alternativo al proyecto de rescate de urgencia”, escribió Susan Collins, senadora de Maine, en Twitter. Collins pidió una reunión con el mandatario para abordar el texto en detalle.
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“Hemos recibido la carta y la examinaremos seguramente durante el día”, indicó Brian Deese, el asesor económico de la Casa Blanca, al canal de noticias CNN.
Según él, el presidente está “abierto a las ideas”, pero su prioridad es que se apruebe el plan lo antes posible, ante la emergencia económica provocada por la pandemia de COVID-19. “Acabamos de vivir el peor año económico” desde el final de la Segunda Guerra Mundial, añadió, lamentando que 30 millones de estadounidenses pasen hambre.
Biden presentó a principios de enero un plan de rescate de US$1,9 billones para reactivar la economía estadounidense.
Su plan incluye nuevos cheques para las familias, una extensión de los derechos para desempleados, y fondos para ciudades y Estados para que reabran escuelas y aumenten el número de test y vacunas.
Biden quiere duplicar el salario mínimo
La ambiciosa propuesta de Joe Biden, que ya está en el escritorio de los legisladores, podría resultar en una revolución social para los más pobres de Estados Unidos, un país con flagrantes disparidades socioeconómicas.
“Incluso antes de la pandemia, el salario mínimo federal de US$7,25 (por hora) era económica y moralmente indefendible”, dijo el legislador demócrata por Virginia Bobby Scott al presentar el proyecto de ley.
Esto no ha cambiado ni un ápice desde el 24 de julio de 2009.
Aunque muy popular entre la población -incluso en las filas de los republicanos- y apoyada durante más de una década por los sindicatos, la iniciativa ha chocado con la oposición de los republicanos bajo la presión de los lobbies de las empresas que rechazan los costes adicionales.
“No es un ideal radical”
“Este no es un ideal radical”, dijo Bernie Sanders, excandidato presidencial progresista que calificó los US$7,25 como “salarios de hambre”. “En el país más rico del mundo, cuando trabajas 40 horas a la semana, no debes vivir en la pobreza”, insistió el senador por Vermont que impulsa el proyecto y espera convencer a los escépticos.
La crisis económica provocada por la pandemia de coronavirus afecta principalmente a las pequeñas empresas, especialmente en el sector gastronómico y servicios. Por tanto, éstas no ven con buenos ojos esta propuesta, incluida en el gigantesco plan de rescate de Biden.
El vicepresidente de la Federación Nacional de Restaurantes (NRA), Sean Kennedy, ha dado una nueva bienvenida al proyecto, especialmente porque entiende la obligación de pagar este salario mínimo en su totalidad, independientemente de las propinas impuestas a los clientes. Estos permiten a los jefes pagar a los empleados sólo dos o tres dólares cuando estas famosas “propinas” llenan el hueco de los US$7,25.
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Esta medida “supondrá costes insuperables” para muchos establecimientos que no tendrán más remedio que despedir a más empleados o cerrar definitivamente, pronostica Kennedy.
La nueva secretaria del Tesoro, Janet Yellen, respondió que “aumentar el salario mínimo sacará de la pobreza a decenas de millones de estadounidenses y creará oportunidades para innumerables pequeñas empresas en todo el país”.
Todo depende de cómo se implemente, argumentó, apuntando a un aumento gradual (Us$15 para 2025) que da “tiempo suficiente para adaptarse”.
¿Es bueno o malo para la economía? Este debate se instaló ásperamente durante siglos entre los economistas y no se ha resuelto, sobre todo porque la realidad económica no es la misma en Nueva York (muchas oportunidades, alto costo de vida ...) o en Misisipi (tejido económico menos denso, vida mucho más barata ...).