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“Los manuscritos de Leonardo Davinci son el vestigio de una mente universal”, escribió Jhonatan Jones, el crítico de arte del diario The Guardian, cuando anunció que 570 páginas de manuscritos originales del gran pensador italiano, Leonardo Da Vinci, estarían en línea gracias a un trabajo de digitalización de once años, que llevó a cabo la Biblioteca Británica.
Un 15 de abril, hace 566 años, da Vinci murió en Amboise (Francia) y dejó tras de sí unas 5.000 páginas de dibujos, diagramas de aviones, helicópteros, submarinos, armas, teorías sobre geometría y hasta notas del mercado.
Su fiel estudiante, Francesco Melzi, "trajo muchos de sus manuscritos y dibujos a Italia. Los herederos de Melzi, que no tenían idea de la importancia de los manuscritos, los eliminaron gradualmente”, escribe la Biblioteca. Sin embargo, el español Earl of Arundel compró la mayoría de sus notas, en el siglo 17. Así se salvó el desordenado testimonio de una mente brillante. Una larga tradición de adinerados, discípulos y magnates han preservado sus papeles, y los han organizado. Pero solo hasta ahora, una cantidad tan impresionante como 570 páginas de diagramas y dibujos son puestos a disposición del público.
En 1991, un profesor italiano llamado Carlo Pedretti, experto en da Vinci, comenzó a preparar una edición facsimilar de sus cuadernos que pretendía reconstruir el orden cronológico en que se escribieron los cuadernos que componen el Código Arundel, una colección de páginas desordenadas sobre geometría y mecánica, escritas entre 1480 y 1518.
El profesor Pedretti terminó de organizar el código en 1998, que es, en palabras del profesor, “una serie completa de estudios sobre mecánica, especialmente la ciencia de los pesos, palancas y el equilibrio”. La mayoría de estos manuscritos estuvieron ocultos para el público durante mucho tiempo (por ser papeles valiosos y frágiles), pero en 2007, comenzó el proyecto para digitalizarlos.
Se llamó “Turning the pages 2.0” y fue financiado por Microsft y la Biblioteca Británica. Once años de trabajo después, los espectadores pueden "activar" las páginas de los cuadernos con animaciones. Las glosas en pantalla explican el contenido de las notas crípticas que rodean los muchos dibujos técnicos, diagramas y esquemas.
Para organizar este Código en la década de los noventa, se fotografiaron todos los folios en un total de 70 imágenes. Veinte años después, los restauradores de la Biblioteca Británica, siguiendo la tradición de los sucesores del maestro italiano, digitalizaron de manera muy creativa sus manuscritos.
Estos no son los únicos manuscritos de Da Vinci que han sido reorganizados y publicados. El Código Hammer es la famosa colección de 30 diarios científicos. Los originales fueron comprados por el magnate Bill Gates en 1994, por casi 30 millones de dólares (haciéndolo el segundo libro más caro de la historia). Este manuscrito incluye observaciones. Por ejemplo, una teoría de porqué la luna brilla (y que explica que en la superficie lunar había agua, y que por eso reflejaba la luz del sol) y sobre el movimiento del agua.
Tal vez el más famoso de sus manuscritos es el Código Atlanticus, que tiene 23 volumenes y fue escrito entre 1478 y 1519. Los famosos diagramas de máquinas voladoras, ballestas, instrumentos musicales y lo que hoy conocemos como grúas están en este libro.
El Código Arundel de Da Vinci, digitalizado por la Biblioteca Británica, puede ser consultado aquí.
Aquí la versión completa de 570 páginas