Lecturas del voto en blanco para la elección del rector en la Universidad Nacional

Con el ánimo de que nuestros lectores tengan más información sobre el proceso de elección de rector de la UN, EL Espectador invita a todos los candidatos para que escriban un texto en el que expongan sus principales propuestas para la institución. También a los promotores del voto en blanco, quienes nos hicieron llegar el siguiente texto. Bienvenido el debate.

-Redacción Educación
21 de marzo de 2018 - 05:50 p. m.
Lecturas del voto en blanco para la elección del rector en la Universidad Nacional

Lectura y propuesta desde el Comité Promotor de UN Voto en Blanco por la democracia universitaria y el financiamiento de la universidad pública en la consulta para nombramiento de Rector en la Universidad Nacional.

Los resultados de la consulta del pasado 15 de marzo para la designación de Rector de la Universidad Nacional de Colombia deben ser leídos con la mayor honestidad política posible. Estaba claro de antemano que el voto en blanco era una opción en ésta y en otro tipo de consultas de opinión, así como en votaciones destinadas a elegir a personas para cargos públicos de distinto orden, que no es el caso de la Universidad Nacional. 

Quedó claro también que el voto en blanco expresa la inconformidad política con un estado de cosas, bien porque las personas aspirantes no son reconocidas como representantes de las visiones de futuro o la orientación política de quienes deciden expresarse de esta forma, o bien porque no se comparten las reglas y se quiere expresar esta posición, también política.

Esta lectura es correcta, si y sólo si, se acepta que nombrar a una persona como líder de una institución, en especial si es de carácter estatal, pública y nacional, es un asunto político, porque implica el ejercicio de un poder institucional a través del gobierno universitario y esto significa reconocer que existen visiones diferentes sobre ese poder y su ejercicio entre la comunidad involucrada y en la sociedad en la que está inmersa.

En la reciente consulta, la mayoría de los miembros de esta comunidad decidió expresar su opinión a favor de un o una aspirante. No obstante, el voto en blanco obtuvo el cuarto lugar en el número de participantes entre profesores(as), primer lugar entre estudiantes y tercer lugar entre egresados(as). En total, el voto en blanco correspondió al cuarto lugar en porcentaje ponderado de opiniones.

Las actuales directivas universitarias han optado por no mencionar siquiera este hecho, aunque es claro que el voto en blanco no era un aspirante inscrito y por lo tanto no podría ser llevado entre los cinco primeros. Como siempre y como si no pasara nada, se llevarán los cinco nombres de personas que ocuparon las cinco primeras ponderaciones de opinión, sin contar el voto en blanco, y el CSU nombrará en su “buen saber y entender”, caja negra que nunca será expuesta a la comunidad universitaria. 

Así son las reglas y quienes votamos en blanco no podemos ahora exigir otra cosa. Pero el hecho de haber obtenido un cuarto lugar sí debe hacer pensar a la comunidad universitaria y a quienes se interesan en el país por el tema de la educación superior sobre el significado de esta expresión de inconformidad. 

El llamado se hizo sin demeritar las propuestas de los y las aspirantes. Se señaló simplemente que la consulta no vinculante requiere una profunda transformación, si se quiere avanzar en la construcción de democracia universitaria. Se convocó pensando en que de esta inconformidad podría surgir la confluencia de miembros de la comunidad que consideraran inadecuadas estas normas para construir alguna propuesta de gobierno universitario que pasara por la elección directa de autoridades, no sólo Rector, la ampliación de cuerpos colegiados y la participación efectiva de las comunidades académicas diversas en los procesos de planeación y decisión.

De hecho, durante las semanas previas a la consulta se presentó un intenso debate entre algunos profesores que dan cuenta de algunas de las posiciones que se tienen en la comunidad universitaria sobre los asuntos del gobierno universitario, la democracia académica, la autonomía universitaria y la relación entre financiamiento público y autonomía. Con seguridad, sin la propuesta de voto en blanco, este debate nunca hubiera pasado de una charla de cafetería.

Sosteniendo la coherencia política de esta propuesta, el Comité Promotor de UN Voto en Blanco por la democracia universitaria y el financiamiento de la universidad pública continuará como un sector de la comunidad académica que considera necesario profundizar la democracia académica e interpelar la política pública nacional sobre el modelo de financiamiento de la universidad pública.

Con tal propósito convocamos a quienes estén interesados(as) a conformar un Grupo de Democracia Universitaria y Financiamiento de la Universidad Pública que se plantee el doble propósito de construir, de manera deliberativa, participativa y concertada, una reforma estatutaria sobre los aspectos relacionados con la democracia universitaria, y promover el debate y las acciones colectivas necesarias para interpelar el modelo de financiamiento de la demanda para la educación superior.

Esperamos que quien sea nombrado(a) Rector(a) de la Universidad Nacional no interfiera con esta iniciativa legítima de un sector de las comunidades académicas y, por el contrario, facilite las condiciones y recursos necesarios para avanzar en este sentido. 
Bogotá, marzo 20 de 2018.

* Los candidatos que deseen enviar sus textos exponiendo las propuestas que tienen para la Universidad Nacional, pueden escribir al correo: jcasanas@elespectador.com
 

Por -Redacción Educación

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