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El sistema de salud para los maestros está en cuidados intensivos. Cosmitet, un prestador encargado de ofrecer al Fondo Nacional de Prestaciones Sociales del Magisterio este servicio, fue sancionado por la Superintendencia de Salud con una multa superior a los $1.400 millones, luego de evidenciar reiteradas fallas en la prestación de la salud.
Entre las fallas más recurrentes están las demoras en la asignación de citas con especialistas, según la Superintendencia de Salud, porque dicha prestadora no cuenta con la estructura operativa que se requiere para cubrir este servicio, pese a que tienen 850.000 pacientes afiliados, de los cuales 300.000 son maestros.
En el recorrido realizado por la Supersalud en el territorio nacional, encontraron que otra de las falencias presentadas en las más de 400 quejas, eran las fallas en la entrega de medicamentos. En ocasiones no son adjudicados por Cosmitet o los usuarios deben asumir el costo, sin que su dinero sea reembolsado.
La suma de ambas problemáticas desencadenó que los tratamientos médicos no tuvieran continuidad y fueran interrumpidos abruptamente. Las urgencias tampoco se salvaron de esta crisis. La Supersalud confirmó ineficiencia en la asignación de camas y en el desplazamiento de los pacientes por insuficiencia en la cobertura, así como equipos médicos en mal estado.
La mala atención en salud que recibe los maestros fue uno de los principales motivos del paro que en mayo de 2017 lanzó a las calles de las principales ciudades del país a cientos de docentes convocados por Fecode. En esa ocasión, el viejo reclamo de los profesores fue escuchado por el Gobierno, que les prometió reformas de fondo.
En octubre de 2017 el Gobierno por fin definió una nueva estructura para invertir los $5,7 billones asignados para ese rubro. El Fondo Nacional del Magisterio (Fomag) dividió el país en 10 regiones para distribuir los recursos. Una decisión que aplacó el malestar con la entrada en juego de prestadores que cumplían con una serie de requisitos de calidad para ofrecer servicios médicos a los maestros.
Sin embargo, con la decisión que tomó ayer la Superintendencia de Salud, quedó claro que la tarea de depurar la prestación del servicio de salud no ha terminado. El anuncio de la sanción prácticamente coincide con un llamado de Fecode para un paro de 48 horas, en el que prometen volver a reclamar un mejor servicio de salud.