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Irán anunció que dejará de aplicar algunos de sus compromisos del acuerdo internacional sobre su programa nuclear de 2015, en respuesta a la decisión unilateral de Estados Unidos de retirarse de ese pacto hace un año y a la ola de sanciones que el presidente Donald Trump ha emitido contra su gobierno. Pero el incumplimiento de Irán sobre el pacto no es la única decisión que preocupa a la comunidad internacional. Teherán también amenazó con renunciar a otros compromisos si los restantes signatarios del acuerdo no encuentran una solución en un plazo de 60 días para aliviar los efectos de las sanciones estadounidenses, en particular en los sectores petrolero y bancario. Le puede interesar: Trump, desatado, llena de amenazas al mundo
La política diplomática de Trump de acérrima presión sobre el gobierno iraní para que accedieran a un tratado diferente es una muestra de la inexperiencia del mandatario en política exterior, donde no ha conseguido logros concretos. Ahora, con la escalada de tensiones en la región, queda por ver si el mandatario estadounidense accede a las vías diplomáticas para cerrar un nuevo acuerdo. Sin embargo, el gobierno iraní ha advertido que “la ventana que está abierta para la diplomacia no permanecerá de este modo mucho tiempo, y la responsabilidad del fracaso y sus probables consecuencias incumbirán por completo a Estados Unidos” y a las otras partes del acuerdo. Vea también: EE. UU. sancionará a todo país que compre petróleo a Irán
La crisis sobre el acuerdo nuclear iraní no es un hecho fortuito, sino la consecuencia de meses de disputas entre Washington y Teherán. Estos son los principales acontecimientos que condujeron al deterioro del tratado tras la decisión del presidente estadounidense Donald Trump de retirarse en forma unilateral del acuerdo el 8 de mayo de 2018.