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La salud del opositor ruso Alexéi Navalny es un misterio. Se dice que en los últimos días su estado se ha deteriorado, una semana después de haber entrado en huelga de hambre, por lo que habría sido internado en la enfermería de la prisión, ubicada en la región de Vladímir cerca de Moscú, en la que está recluido desde hace varias semanas.
Los sanitarios de la Alianza de Médicos intentaban acceder al centro penitenciario para examinar a Navalny, pero los funcionarios de la prisión les impidieron entrar a la cárcel y también se negaron a aceptar la solicitud oficia para ingresar de la líder de la alianza, la médica Anastasía Vasílieva, colaboradora de Navalni.
Vasílieva criticó a las autoridades por negarle la asistencia médica a un preso “moribundo”, en alusión al político, que ya estuvo en coma en agosto después de ser envenenado con el agente químico Novichok.
Entre los detenidos figuran la propia Vasílieva, varios sanitarios con batas blancas y reporteros como el corresponsal del canal CNN, Matthew Chance.
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La policía le había pedido en varias ocasiones a los presentes que se dispersaran, tras lo que en la zona se personó un furgón policial y los agentes procedieron a practicar las detenciones al considerar la acción una protesta no autorizada.
Los aliados de Navalni denuncian que los servicios penitenciarios están matando “lentamente” al político, que cumple dos años y medio de prisión por un antiguo caso penal.
Según informó el diario “Izvestia”, Navalni ha sido trasladado a la enfermería de la prisión con fiebre alta -más de 38 grados, según su equipo- y síntomas de enfermedad respiratoria.
Navalni se declaró hace una semana en huelga de hambre para protestar por la negativa a ser examinado por un médico de su confianza de los dolores de espalda y en las piernas que sufre desde hace varias semanas.
Fiebre y fuerte tos
Navalny entró en huelga de hambre como protesta por el maltrato en la cárcel. Este lunes informó que tenía fiebre y una fuerte tos.
Principal opositor del Kremlin, el militante anticorrupción de 44 años anunció el 31 de marzo que dejaba de alimentarse para protestar contra sus condiciones de detención, acusando a la administración penitenciaria de negarle acceso a un médico y de “torturarlo” impidiéndole dormir.
Detenido en la colonia penitenciaria de Pokrov, a 100 km al este de Moscú, se queja de fuertes dolores en la espalda y pérdida de sensibilidad en las piernas.
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“Cito datos oficiales de la toma de temperatura de hoy: ‘Una fuerte tos, 38,1°C de temperatura’”, escribe Navalny en su cuenta Instagram. Pero “sigo la huelga de hambre, por supuesto”, agregó.
En la noche, el diario pro-Kremlin Izvestia anunció que el opositor fue trasladado a una unidad médica pues mostraba “signos de una enfermedad respiratoria, especialmente una fuerte fiebre”.
En su publicación Instagram, Navalni indica también que un detenido del barracón donde se encuentra fue hospitalizado el lunes por tuberculosis, tercer caso de este tipo en unas semanas entre 15 presos.
Tratamiento adecuado
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, aseguró hoy que, “si realmente se trata de una enfermedad, se garantizará el tratamiento adecuado”.
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Navalni, de 44 años, se encuentra desde el pasado 11 de marzo en el centro penitenciario número 2 de la región de Vladímir, a unos 100 kilómetros a este de Moscú, que él calificó de “campo de concentración”.
El líder opositor ha acusado al presidente ruso, Vladímir Putin, de haber ordenado su asesinato al Servicio Federal de Seguridad (FSB, antiguo KGB).