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El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, reconoció que el asilo a Julian Assange, al que calificó de "problema heredado", le "causa más de una molestia" a su gobierno.
"Esperamos tener a corto plazo un resultado positivo de este tema, que sí realmente nos causa más de una molestia", dijo Moreno en una entrevista con las cadenas de televisión Ecuavisa, Teleamazonas y EcuadorTV.
El mandatario reiteró que su país busca concretar una mediación "de gente importante" para resolver la situación del fundador de WikiLeaks, aunque no especificó quiénes podrían ser parte de esta estrategia.
Assange, quien recibió la nacionalidad ecuatoriana en diciembre pasado, está refugiado desde 2012 en la embajada de Ecuador en Londres para evitar ser extraditado a Suecia por supuestos delitos sexuales que él niega.
La fiscalía sueca archivó la investigación, pero Assange teme ser arrestado si deja la sede diplomática para ser extraditado a Estados Unidos y juzgado por la publicación en WikiLeaks de información clasificada en 2010.
Tras concederle la naturalización, el gobierno ecuatoriano pidió a Londres que le reconociera como agente diplomático, lo que le habría dado inmunidad para salir de la embajada sin ser arrestado. Sin embargo, el Reino Unido negó la solicitud.
"Hubiera sido un buen resultado esto. Lastimosamente, las cosas nunca resultan como Cancillería ha planificado y (en) este momento el problema sigue latente", señaló Moreno.
La canciller María Fernanda Espinosa ha ratificado que Ecuador mantendrá el asilo que le concedió a Assange el gobierno de Rafael Correa (2007-2017), ahora enemistado con su sucesor y exaliado.