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Las fuerzas separatistas armenias de Nagorno Karabaj y el ejército de Azerbaiyán intensificaron este domingo, octavo día de combates, el fuego de artillería, en particular en Stepanakert, capital separatista, y en Ganyá, la segunda ciudad más grande de Azerbaiyán.
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Ambas partes incrementaron sus ataques, ignorando los llamados internacionales a una tregua y reprochándose mutuamente la responsabilidad del conflicto. Las dos partes se acusan mutuamente de tomar a civiles como blanco.
¿Por qué estalló el conflicto en la zona?
Nagorno Karabaj es una región secesionista de Azerbaiyán que cuenta con el apoyo del gobierno de Nikol Pashinián, primer ministro de Armenia. A principios de los 90, fue escenario de un conflicto que dejó 30.000 muertos.
Desde entonces, las autoridades azeríes quieren retomar su control, aunque sea a la fuerza, pues Azerbaiyán perdió el control de Nagorno Karabaj tras el derrumbe de la Unión Soviética. Si bien firmaron un alto el fuego en 1994, vigente hasta hoy, las negociaciones de paz están en punto muerto desde hace años.
Decididos a seguir combatiendo
Desde el viernes 2 de octubre, Stepanakert, la principal ciudad de Nagorno Karabaj, fue objeto de ataques que obligaron a la población a esconderse en sótanos y refugios. En la madrugada de este domingo, la ciudad se había quedado sin electricidad, pero al mediodía el servicio fue restablecido.
Los ataques con cohetes se habían reanudado con intensidad el domingo, indicaron periodistas de la AFP en la ciudad, donde las sirenas sonaron casi incesantemente. El centro y la periferia se vieron afectados y en el noreste se veía humo negro en el cielo.
Los residentes se escondieron en los refugios existentes, como la cripta de una iglesia, donde varias familias esperaban en un ambiente de resignación.
“Soy capellán militar, acabo de regresar del frente. Esto me preocupa, que disparen sobre los civiles”, dijo Gor Lurjan, de 28 años, refugiado en el lugar de culto, a la AFP. Según las autoridades locales, se trata de disparos de sistemas de lanzacohetes múltiples Smerch y Polonez. También hay drones sobrevolando la ciudad.
El presidente de la autoproclamada república de Nagorno Karabaj, Arayk Harutyunyan, anunció que, como represalia, sus fuerzas se centrarían ahora en atacar las infraestructuras militares de las “grandes ciudades” de Azerbaiyán, situadas a mayor distancia del frente, y pidió a los civiles que abandonen inmediatamente esas ciudades.
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Una habitante de la localidad azerbaiyana de Beylagan, entrevistada por la AFP, dijo que su casa había sido parcialmente destruida. “Estaba horneando pan cuando escuché explosiones, abrí la puerta y vi bombas cayendo en el patio”, dijo la mujer, señalando el techo parcialmente destruido.
“Las fuerzas azerbaiyanas están apuntando a objetivos civiles”, dijo por su parte el portavoz del ministerio de Defensa de Armenia, Arstroun Hovhannissian.
"Territorios ocupados”
El ministerio de Defensa de Azerbaiyán anunció que la segunda ciudad más grande del país, Ganyá, “está bajo el fuego de las fuerzas armenias”. Bakú acusó a Armenia de disparar, lo que Ereván niega. Azerbaiyán también informó de ataques con cohetes contra “las ciudades de Terter y Horadiz en la región de Fizuli” desde Stepanakert.
El sábado por la tarde, el presidente de la república autoproclamada aseguró que “el ejército ha mejorado sus posiciones, preparando el terreno para los avances”.
El ministerio de Defensa de Azerbaiyán dijo por su parte que, desde el comienzo de los combates, el 27 de septiembre, se habían conquistado 14 pueblos, así como un macizo montañoso calificado de estratégico, el Murovdag.