Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
La expresidenta boliviana Jeanine Áñez, investigada por el presunto golpe de estado contra el exmandatario izquierdista Evo Morales en 2019, y que está en una prisión en La Paz, tiene un cuadro depresivo y dejó de alimentarse, según informó la presidenta de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos, Amparo Carvajal.
Le puede interesar: ¿Por qué arrestaron a Jeanine Áñez, expresidenta de Bolivia?
El miércoles la exmandataria sufrió un episodio de hipertensión arterial y pidió ser trasladada a un centro de salud privado. Sin embargo, las autoridades negaron la solicitud y explicaron que en el centro de reclusión contaban con los implementos necesarios para atenderla. El Ministerio de Justicia y Transparencia Institucional de Bolivia señaló en un comunicado que en cuanto se reportó el cuadro de tensión alta de Áñez “el equipo médico a cargo de la vigilancia de internos la atendió rápidamente hasta que fue estabilizada”.
Este jueves la familia de Áñez y varios de sus partidarios instalaron una vigilia a las afueras del Centro de Orientación Femenina de Obrajes en La Paz, para pedir que se autorice el traslado de Áñez a una clínica. Su hija, Carolina Ribera, reiteró en declaraciones a medios que su madre necesita ser vista por un especialista “porque su salud está en riesgo”. Ribera le pidió al presidente, Luis Arce, que “sea humano, porque aquí también estamos sufriendo sus hijos. Ella necesita tener una atención médica”, y le recordó que fue Áñez quien aprobó un salvoconducto para que él pudiera viajar a México para atender sus asuntos de salud cuando él fue perseguido por el Gobierno.
El director del Régimen Penitenciario, Juan Carlos Limpias, dijo a los medios que según el último parte médico la salud de Áñez “ha mejorado bastante en relación al día de ayer (...), su estado de salud es totalmente estable y está bajo observación del personal médico penitenciario”.
Su detención
La expresidenta interina fue trasladada este sábado bajo un fuerte dispositivo de seguridad a la sede de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) en La Paz. Áñez fue detenida en Trinidad, capital del departamento amazónico del Beni, en un operativo encabezado por el comandante general de la Policía Boliviana, Jhonny Aguilera, y trasladada a La Paz en un avión Hércules de la Fuerza Aérea Boliviana, acusada de los supuestos delitos de sedición y terrorismo durante la crisis de 2019 que derivó en la renuncia de Evo Morales a la Presidencia.
Ver más: Así se ordenó ayer el arresto de la expresidenta boliviana
La exdiputada del gobernante Movimiento Al Socialismo (MAS) Lidia Patty presentó la denuncia contra Áñez, cinco exministros, el gobernador electo de la región de Santa Cruz (este), Luis Fernando Camacho, exjefes policiales y militares y otros civiles. Los exministros de Justicia y Energía también fueron encarcelados.
“Denuncio ante Bolivia y el mundo, que en un acto de abuso y persecución política el gobierno del MAS [gobernante Movimiento Al Socialismo] me ha mandado arrestar. Me acusa de haber participado en un golpe de estado que nunca ocurrió. Mis oraciones por Bolivia y por todos los bolivianos”, dijo Áñez en Twitter.
Áñez reemplazó en noviembre de 2019 al izquierdista Morales, quien dimitió en medio de violentas protestas sociales de opositores que lo acusaron de fraude en las elecciones presidenciales de un mes antes y con las que buscaba continuar en el poder hasta 2025.
Las protestas
Las detenciones generaron protestas esta semana entre los defensores de la expresidenta derechista en varias ciudades del país, principalmente en Santa Cruz.
También reacciones en el ámbito internacional, como de la secretaría General de la Organización de Estados Americanos (OEA). La oficina de Luis Almagro dijo que “el sistema judicial boliviano no está en condiciones de brindar las mínimas garantías de juicio justo” y pidió la liberación de los detenidos. La cancillería boliviana consideró las declaraciones de Almagro como “provocaciones malintencionadas”, que “pretenden favorecer a los intereses particulares y políticos que representa”.
Con información de Efe y Afp*