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Canadá y Reino Unido pactaron este sábado un nuevo acuerdo comercial provisional previo a la fecha límite del brexit del 31 de diciembre. El primer ministro Justin Trudeau y su homólogo británico, Boris Johnson, hicieron el anuncio al comienzo de la cumbre virtual del G20.
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El acuerdo comercial entre los dos países es esencialmente una continuación del Acuerdo Económico y Comercial Global (CETA) que incluía a Canadá y a Gran Bretaña, pero la parte entre Canadá y el Reino Unido habría expirado cuando entró en vigor el Brexit.
Trudeau dijo que el nuevo acuerdo les da a los dos países tiempo para llegar a un acuerdo más detallado. “Ahora podemos seguir trabajando en un acuerdo (personalizado) a medida, un acuerdo integral durante los próximos años que realmente maximizará nuestras oportunidades comerciales y mejorará las cosas para todos”, dijo Trudeau.
Johnson tuiteó su entusiasmo por el “fantástico acuerdo comercial” que mantiene abierto el mercado canadiense para el Reino Unido. “Las empresas británicas exportan de todo, desde coches eléctricos hasta vino espumoso a Canadá, y el acuerdo de hoy garantizará que el comercio vaya viento en popa”.
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Llamado Acuerdo de Continuidad Comercial Canadá-Reino Unido, el acuerdo asegura que no se aplicarán aranceles al 98% de los bienes comercializados entre las dos naciones. El comercio entre los dos sumó CAN 29 mil millones en 2019.
“Sabíamos que tener un acuerdo interino sería crucial para garantizar que las empresas, los exportadores y nuestros trabajadores en ambos lados del Atlántico tengan la continuidad y la previsibilidad que necesitan”, declaró la ministra de Comercio Internacional de Canadá, Mary Ng. “Este acuerdo de continuidad comercial entre Canadá y el Reino Unido garantiza que mantenemos nuestra relación comercial sólida y mutuamente beneficiosa”.
El acuerdo debe ser aprobado por ambos países y en Canadá, lo que significa que debe ser aprobado en el Parlamento. Los políticos de la oposición canadiense se han quejado de que no hay tiempo suficiente para estudiar en detalle todas las disposiciones del acuerdo antes de las tradicionales vacaciones.
Brexit, una pesadilla sin fin
Los equipos negociadores del Brexit ya están jugando tiempo extra. A pesar de que hay un avance significativo en la consecución de un acuerdo, aún existen varias lagunas en temas que son claves tanto para la Unión Europea (UE) como para el Reino Unido. Los puntos en desacuerdo siguen siendo los mismos: la pesca, la gobernanza del acuerdo y las cláusulas de no regresión.
Esta vez la demora es por el cambio a la virtualidad, el cual ha retrasado las negociaciones. Y es que un negociador jefe de la Comisión Europea resultó positivo por coronavirus. Pero no todos los retrasos se deben a la pandemia. Además del afán por cerrar el acuerdo comercial, los eurodiputados quieren analizar el texto en comisión y luego votarlo. Esto requiere una traducción a las 24 lenguas oficiales de la UE.
El texto debía estar listo en octubre, pues es necesaria la ratificación por parte de Westminster y del Parlamento Europeo. El tiempo comienza a agotarse, pues el período de transición irá hasta el 31 de diciembre.