Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
China urgió este jueves a Estados Unidos y a Corea del Norte a iniciar un diálogo "lo antes posible", después de que Pyongyang y Seúl accedieron a celebrar una cumbre sobre la crisis nuclear, advirtiendo que la "sinceridad" de todas las partes está a prueba.
"Nosotros lanzamos un llamado a todas las partes, especialmente a Estados Unidos y a Corea del Norte a que entren en contacto y que dialoguen lo antes posible", declaró el ministro de Relaciones Exteriores, Wang Yi, en una conferencia de prensa.
El presidente surcoreano Moon Jae-in y el líder norcoreano Kim Jong Un celebrarán una cumbre en el lado sur de la Zona Desmilitarizada (DMZ) el mes que viene, anunció Seúl esta semana tras el regreso de una delegación de enviados que emprendieron una visita histórica a Pyongyang.
En ese encuentro, Kim dijo también que el Norte detendría los provocadores ensayos nucleares y de misiles mientras se celebren las conversaciones.
"La cuestión en torno a la península coreana finalmente ha tomado un paso importante en la buena dirección", estimó el ministro.
Pero Wang matizó sus palabras recordando que en el pasado hubo avances en este sentido que fracasaron.
"A pesar de que se ve la luz al final del túnel, el viaje no va a ser tranquilo. La historia nos ha recordado una y otra vez que mientras subsistan las tensiones en la península, la situación puede ensombrecerse por varias interferencias", dijo el funcionario.
"Ahora llegó el momento crucial de poner a prueba la sinceridad de las partes para resolver el tema nuclear", sentenció.
Estos comentarios se producen justo cuando dos delegados surcoreanos partieron a Washington para informar a Estados Unidos sobre la oferta que les hizo Pyongyang, tras la histórica visita que emprendieron esta semana.
El miércoles, el presidente estadounidense dijo que la declaración de Pyongyang -anunciada por Seúl- de que está dispuesto a hablar con Washington y de que no necesitaría las armas nucleares si su seguridad estuviera garantizada, es positiva y aparentemente sincera.
Estas declaraciones llegan tras meses de tensiones, amenazas e insultos personales entre el presidente Trump y el líder norcoreano Kim Jong Un, antes de que los Juegos Olímpicos de Invierno celebrados en Corea del Sur cambiaran la tónica y desencadenaran un frenesí diplomático.
El presidente surcoreano también se expresó con cautela con respecto a la oferta de Pyongyang.
"Estamos solo en la línea de salida y es demasiado pronto para ser optimista", dijo Moon ante dirigentes políticos.
"Las conversaciones intercoreanas no serán suficientes para alcanzar la paz", señaló, enfatizando la importancia de que Seúl mantenga una estrecha colaboración con Washington, garante de su paz. También aseguró que no habrá un levantamiento de sanciones ni de la presión exclusivamente como consecuencia de este diálogo intercoreano.
Esta será la tercera cumbre entre los dirigentes de ambos países que se celebra desde el fin de la guerra de Corea (1950-1953). Las dos anteriores tuvieron lugar en 2000 y en 2007.
En este sentido, Wang dijo que las preocupaciones de Corea del Norte en torno a su seguridad deben ser abordadas a cambio de los progresos en el tema de las desnuclearización.