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El pasado 7 de noviembre la colombiana Ana Paula Echeverría fue detenida en Suiza en el marco de un gigantesco operativo para capturar a miembros de células del Estado Islámico. Tras su captura, a la joven de 23 años le fueron presentados grabaciones de ella misma hablando con su esposo sobre posibles ataques. Ante la evidencia, Echeverría confesó.
“Veíamos qué objetivos ha atacado el Estado Islámico y pensábamos: en esta discoteca hay trago y drogas, y los domingos hay una noche gay (...) Incendiemos esta casa (...) Descarrilemos un tren”, se escuchó en las pruebas. Sin embargo, a modo de defensa, Echeverría aseguró que tales atentados nunca se concretaron.
Estas declaraciones hacen parte del expediente de Ana Paula Echeverría, colombian sindicada de participar en la planeación de atentados terroristas con ISIS. Así lo aseguró El Tiempo, a través del expediente de Echeverría, el cual afirma que, durante cinco meses se examinaron conversaciones grabadas con micrófonos puestos por las autoridades antiterroristas de Suiza en su carro y en su apartamento, ubicado en Saint-Aubin.
En las grabaciones, la colombiana menciona su intención de envenar “infieles”, poner una bomba en una iglesia o una discoteca y hasta profanar tumbas en un cementerio a través de su esposo, Milutin Jakovljevic, según reveló El Tiempo.
De acuerdo con el expediente, uno de los objetivos de la pareja era Niza (Francia), en donde estarían planeando atentados contra políticos y judíos. Jakovljevic, además, habría tenido contacto con otro joven que viajó a Siria para convertirse al Estado Islámico para obtener apoyo logístico y habría sido el encargado de extender la red de islamistas en Europa.
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Echeverría es una amenaza para el gobierno suizo, o al menos eso aseguran las autoridades de ese país. Aunque no fue procesada por terrorismo y quedó en libertad el pasado 7 de febrero, debido a que las autoridades no encontraron nada en su apartamento con lo que pudieran inculparla, la policía federal emitió otra orden de captura ese mismo día.
En el documento conocido por El Tiempo, la policía aseguró que Echeverría “participó plenamente durante varios meses en discusiones concretas y precisas con su compañero, relativas a la comisión de atentados en suelo suizo. (…) Ningún elemento permite excluir que ponga en práctica sus planes de atentados. Por ende, no se puede tolerar que continúe residiendo en Suiza”.
La defensa buscará apelar la medida, asegurando que los hechos no pasaron las palabras y que su cliente ya no pertenece al Estado Islámico. De regresar a Colombia, Echavarría tendrá que dejar a sus dos hijos en Suiza con sus abuelas.