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Las dos Coreas se preparan para la que podría ser una reunión histórica. El próximo viernes 27 de abril en Pionyang, el líder norcoreano Kim Jong-Un se reunirá por primera vez con el presidente del sur, Moon Jae-In, con el que podría firmar un acuerdo de paz y así ponerle fin al conflicto entre ambas naciones.
Según reportó el periódico surcoreano Munhwa Ilbo, y citando a un alto funcionario del gobierno de Seúl, abogados y técnicos de ambos países se encontrarían en medio de negociaciones para firmar el documento de paz definitivo y así terminar la confrontación.
El ministro de cultura de Corea del Sur, Do Jong-whan, fue el primer oficial en referirse al tema al ser preguntado. El funcionario confirmó que uno de los objetivos de la cumbre entre ambos países es la búsqueda de un tratado de paz, aunque aclaró que no es claro si ocurra en esta reunión. “Si no lo logran, deberán encontrarse de nuevo para firmar el tratado”, dijo Jong, según reportó The Financial Times.
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Los representantes también discutirán el desmantelamiento de la Zona Desmilitarizada, un área fortificada y resguardada a lo largo de la frontera entre ambos países que fue establecida por el armisticio, el documento que en 1953 puso fin a los combates, pero no a la guerra.
En el caso en el que Corea del Norte y Corea del Sur lleguen a un acuerdo este pondría fin a un conflicto que se ha alargado por más de 55 años, cuando ambas naciones firmaron el armisticio que puso fin a la guerra de Corea. Sin embargo, a pesar del fin del conflicto, ambas naciones permanecen formalmente en guerra.
Durante la reunión, según el diario surcoreano, también se hablará de alternativas para la desnuclearización de la península, que de acuerdo con Moon es uno de los temas principales de la cumbre entre las dos Coreas.
"La desnuclearización completa de la península de Corea es la tarea más urgente que tenemos ante nosotros y una tarea que debemos completar pacíficamente", dijo Moon en un servicio budista celebrado para el éxito de la próxima cumbre.
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También se espera que se le ponga fecha a una segunda cumbre entre ambos países, que se especula sería en el 2019.
La cumbre entre Kim y Moon será la primera en dos décadas entre los líderes de las dos Coreas. El líder norcoreano, en el poder desde el año 2012, recibirá al presidente surcoreano en la capital de su país. La reunión se convirtió en el último episodio de un deshielo en las relaciones entre ambos países y sus aliados. Con la invitación, Kim espera una reducción generalizada de las tensiones tras un 2017 en el que mantuvo al mundo en vilo por los ensayos nucleares y sus amenazas a Occidente.
La reunión entre los líderes coreanos será también la antesala de la esperada cumbre entre Corea del Norte y Estados Unidos, la primera en más de 50 años de confrontación. Fuentes oficiales de la Casa Blanca confirmaron que la reunión entre Donald Trump y Kim Jong-Un, al menos por ahora, está confirmada y se están ultimando los detalles para el encuentro.
"Solo puedo confirmar que el gobierno de Estados Unidos está comprometido en las conversaciones con Corea del Norte sobre nuestro próximo encuentro", dijo en Washington la portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert.
Cuando la cumbre se anunció en marzo —a través de Corea del Sur— se dijo que se realizaría hacia finales de mayo, pero el lunes Trump dijo que el encuentro con el líder norcoreano sería en "mayo o a inicios de junio”.
2018, el año del deshielo
La reunión entre Kim y Trump se llevaría a cabo a finales de mayo o principios de junio. Foto: AFPEl deshielo en las relaciones entre ambas naciones comenzó en la víspera de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2018 en PyeongChang, Corea del Sur, cuando las dos naciones formaron un equipo conjunto de hockey sobre hielo femenino y acordaron marchar bajo una bandera unificada en la ceremonia de apertura.
El régimen terminó por enviar 500 deportistas que, en el acto de inauguración, desfilaron con sus colegas surcoreanos bajo la bandera de la Corea. A los Olímpicos también llegó un grupo de porristas y Kim Yo-jong, la hermana del mandatario norcoreano y la primera persona perteneciente a la dinastía Kim en tocar suelo de Corea del Sur desde la década de los 50.
Yo-jong regresó a su país después de lograr lo impensable: el presidente Moon Jae-in accedió a encontrarse con su hermano en abril. No fue el único triunfo de la hermana de Kim. En el avión que lo llevaba de regreso a EE. UU., el vicepresidente Mike Pence le soltó a un periodista del Washington Post otra prueba del deshielo: “Si quieren hablar, hablaremos”.
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El 2017 fue un año en el que el mundo sintió por primera vez después de mucho tiempo una amenaza real de una confrontación nuclear. Por un lado, Corea del Norte, en cabeza de su líder Kim Jong-Un, realizó diferentes pruebas de misiles y amenazó con poseer arsenal suficiente para alcanzar territorio estadounidense.
Por otro lado, Estados Unidos, de la mano de su presidente Donald Trump, dejó a un lado la diplomacia y a través de trinos y declaraciones televisadas insistió que su país estaría listo a tomar acciones y que no se dejaría provocar.
Sin embargo, el carácter indescifrable de Trump, de acuerdo con algunos analistas, ha hecho, al parecer, entrar en razón a Kim Jong-Un. A pesar de vivir en uno de los estados más hermético del mundo, los norcoreanos saben que el presidente de Estados Unidos es igual de indescifrable a su enigmático líder.