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Rusia no tenía motivos para asesinar a Serguéi Skripal, aseguró Annie Machon, antigua agente de inteligencia británica, que instó al Reino Unido a investigar los últimos ocho años del espía doble en territorio británico.
"Considero que un posible motivo para lo que le ha ocurrido a Skripal se oculta en las actividades en las que ha estado involucrado durante los últimos ocho años ¿Con quién estaba trabajando? ¿Cuáles eran sus contactos? ¿Qué es lo que estaba haciendo?", dijo Machon en una entrevista con el canal de televisión Zvezdá, del Ministerio de Defensa ruso, a la que tuvo acceso Efe.
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Machon, conocida por sus denuncias de los excesos de las agencias de inteligencia británicas, aseguró que eso es a lo que deberían dedicarse "en estos momentos" la policía y los servicios secretos de su país. Hay que "obtener permisos para examinar sus ordenadores, su agenda de teléfonos (...), para establecer un motivo", comentó.
Y es que considera que Skripal, que se encuentra en estado crítico tras haber sido envenenado con un agente químico, ya contó "todo lo que sabía" al ser canjeado en 2010.
Según la opinión de la antigua agente del MI5, a Rusia "no le convenía llevar a cabo una operación tan torticera" en vísperas de las elecciones presidenciales, que tuvieron lugar dos semanas después del envenenamiento, y del Mundial de fútbol. "A día de hoy, no hay pruebas que confirmen el hecho de que sean rusos los que tengan algo que ver con el intento de asesinato de Skripal", subrayó.
A su vez, recordó que Skripal entabló amistad con Pablo Miller, un exagente británico que reside también en Salisbury y que, supuestamente, trabaja para la compañía de otro antiguo espía, Christopher Steele.
Contratado por los demócratas, Steele escribió en 2016 un dossier lleno de detalles sórdidos sobre el entonces candidato a la presidencia estadounidense, Donald Trump, incluyendo sus supuestos vínculos con Rusia. "Yo recomendaría seguir esa senda y comprobar si Skripal tendría también algo que ver con el 'dossier Steele'", sugirió.
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Por todo ello, consideró "precipitada" la decisión de la primera ministra británica, Theresa May, de expulsar a 23 diplomáticos rusos sin disponer de pruebas fehacientes sobre la culpabilidad de Moscú.
"Ahora la situación diplomática es muy peligrosa y delicada", opinó, al tiempo que consideró difícil de imaginar que May se disculpe "sin perder la cara" si se confirma que se precipitó al adoptar sanciones contra Rusia.
Lamentó que en cuestión de horas la prensa británica responsabilizara a Moscú y, aunque la policía dijo que la investigación llevaría semanas o meses, May necesitara sólo una semana para apuntar al Kremlin sin tener pruebas en su poder.
"Es una moda global: culpar a Rusia de todo lo que pasa. En cambio, nadie sabe lo que pasó y quién es culpable", señaló y recordó que en el mundo hay "muchos lugares" en los que se pueden desarrollar agentes químicos, incluidos el Reino Unido, EEUU e Irán.
Recordó que Rusia fue acusada por EEUU de haber interferido en sus elecciones presidenciales, pero ahora se ha demostrado que quien influyó en los comicios fue la consultora británica Cambridge Analytica. "Los americanos dicen: 'Rusia lo hizo, fueron los rusos'. Pero, en realidad, fue una compañía británica", apuntó.