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Joe Biden sabe que si quiere aspirar a la presidencia de Estados Unidos como candidato demócrata, debe hacer ciertas concesiones políticas. En este caso, el candidato cambió su parecer sobre una medida del aborto que habñia defendido durante años. El punto en cuestión, conocido como Enmienda Hyde, data de 1976 y prohíbe que fondos públicos federales se destinen a la mayoría de supuestos del aborto.
"No puedo justificar dejar a millones de mujeres sin acceso al cuidado que necesitan y la habilidad de ejercer su derecho constitucionalmente protegido", dijo Biden durante un mitin en Atlanta, capital de Georgia, uno de los estados que en las últimas semanas ha aprobado leyes restrictivas contra el aborto.
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El apoyo de Biden a la Enmienda Hyde había protagonizado durante los últimos días la contienda demócrata, en un momento en el que el aborto vuelve a estar en el centro del debate político en Estados Unidos y podría ser uno de los puntos clave en la campaña presidencial.
Varios de sus rivales y entidades como Planned Parenthood, la mayor organización de planificación familiar del país, habían criticado por ese posicionamiento a Biden, que según las encuestas es el favorito para ganar las primarias.
Los contrarios al aborto han iniciado una ofensiva en las últimas semanas con la aprobación de leyes en una decena de estados conservadores que prohíben la interrupción del embarazo en la mayoría de supuestos, incluidos la violación y el incesto.
En EE.UU. el aborto es legal en la práctica desde que en 1973 el Tribunal Supremo declaró inconstitucional cualquier interferencia del Estado en la decisión de la mujer sobre el embarazo.
En los últimos años, sin embargo, el movimiento conservador ha tratado de que el Alto Tribunal, de mayoría derechista, vuelva a estudiar su constitucionalidad para revertir la decisión de 1973.
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La llegada de Donald Trump a la Casa Blanca y los nombramientos en el Supremo de los jueces conservadores Neil Gorsuch y Brett Kavanaugh han supuesto esperanzas renovadas para los que anhelan su prohibición.
La reciente prohibición del aborto aprobada en Alabama, por ejemplo, tiene el objetivo manifiesto de provocar una batalla legal que llegue al Supremo. Mientras tanto, el Partido Republicano ha tratado de sortear ese fallo aprobando normas que obstaculizan el acceso al aborto amparadas en los derechos religiosos y la salud de las mujeres.
Trump, además, ha retirado la financiación pública a las clínicas de planificación familiar que ofrecen abortos, una medida dirigida sobre todo a Planned Parenthood, contra la que los conservadores tienen una cruzada.