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El 2019 comenzó con varios enfrentamientos para el preidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO). Uno de ellos con el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), que celebró 25 años del inicio de su insurrección en el estado mexicano de Chiapas.
La celebración, el primero de enero, se selló con un llamado a resistir al Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador. ¿Por qué? Encabezados por el subcomandante Galeano, antes Marcos, y por el comandante Moisés, el EZLN dijo estar en contra de la Guardia Nacional y el Tren Maya, dos de los proyectos claves del gobierno mexicano de AMLO.
"La pobreza, falta de oportunidades, racismo, exclusión, discriminación, parte de las causas que originaron el levantamiento, siguen siendo las mismas por las que distintos pueblos indígenas de Chiapas declararon la guerra al Gobierno mexicano el 1 de enero de 1994", señalaron los zapatistas.
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En La Realidad, cerca de la frontera con Guatemala, las bases de apoyo y la juntas de buen gobierno recordaron su levantamiento armado con desfile militar y su reiteración de su rechazo a los proyectos de López Obrador, presidente de México desde el 1 de diciembre pasado.
"Ese que está en el poder (López Obrador) va a destruir al pueblo de México, principalmente a los pueblos originarios, vienen por nosotros y en especialmente a nosotros al EZLN", apuntó Moisés, el comandante de los zapatistas.
La respuesta de AMLO
El mandatario les respondió este miércoles a los zapatistas. Afirmó que no caerá en "ninguna provocación" del movimiento zapatista, contrario al proyecto de gobierno del nuevo mandatario y a infraestructuras como el Tren Maya."Expreso mi respeto a sus planes, programas y decisiones. Vivimos en un país libre, no hay represión y no hay censura", dijo hoy López Obrador en su conferencia matutina.
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"No vamos nosotros a enfrentar a ningún grupo, nosotros queremos la paz y la reconciliación" por lo que no se va a caer "en confrontación o pleito", respondió el líder izquierdista, señalando que hace su principal preocupación es acabar con "la crisis de México".
A su vez, explicó que el Ejecutivo no va a caer "en ninguna provocación", reiterando que está abierto al "diálogo" y señalando que cualquier persona puede manifestar sus opiniones porque hay "derecho a disentir".
Finalmente, aseveró no tener "conflictos" con ningún dirigente del EZLN.
Con información de EFE y AFP