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Cataluña vive estos días jornadas excepcionales después de que el pasado lunes, el Tribunal Supremo hiciera pública la sentencia condenatoria a los líderes del denominado ‘procés’, un proyecto político cuyo fin era obtener la Independencia de Cataluña del resto de España. Según el Alto Tribunal, ese ‘procés’ fue solo una “ensoñación” y una “quimera” que los políticos independentistas sabían que no iba a llegar a término, pero que sin embargo arrastró a cientos de miles de catalanes a manifestarse y a votar en el referéndum del 1 de octubre de 2017 -ilegal según una sentencia del Tribunal Constitucional-.
Ahora, los jueces han impuesto condenas de entre 9 y 13 años de prisión e inhabilitación a los líderes políticos y sociales (Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, presidentes de las organizaciones sociales Assamblea Nacional Catalana y Òmnium Cultural respectivamente, que además en el día de hoy cumplen 2 años en la cárcel desde que el 16 de octubre de 2017 se le enviara a prisión provisional) por delitos de sedición y malversación de fondos públicos.
La sentencia del ‘procés’ ha removido a la sociedad catalana, que en buena parte manifiesta estos días su rechazo a un fallo judicial que consideran “injusto” y una “venganza” contra el independentismo catalán. Las movilizaciones no se hicieron esperar y desde primera hora del lunes, justo después de que el Supremo hiciera pública la sentencia, miles de ciudadanos han salido a las calles en protesta de las condenas a los políticos. Pese a que las movilizaciones se registran en toda Cataluña, las concentraciones más multitudinarias han tenido lugar en Barcelona, la capital catalana, que ha vuelto a ser escenario de momentos de tensión entre los manifestantes y los cuerpos de seguridad entre los que se encuentran los Mossos d’Esquadra (policía catalana) y la Policía Nacional. Le recomendamos: Juicio histórico en España: Las razones de la condena para los independentistas catalanes
En la concentración del pasado lunes en el aeropuerto de El Prat, el segundo aeropuerto más importante de España, que obligó a cancelar más de un centenar de vuelos y generó retrasos y caos en los accesos a la terminal T1 y en la convocada ayer por las entidades soberanistas Òmnium y ANC (a la que luego se unirían manifestantes de los denominados Comités de Defensa de la República CDR) frente a la Delegación del Gobierno en Barcelona se han registrado los mayores momentos de tensión. Cargas policiales, lanzamientos de todo tipo de objetos a la policía y hasta 250 barricadas de fuego en las calles del centro de la ciudad que en la noche de ayer se saldaron con 6 detenidos en Barcelona y otros 24 en las otras tres capitales de provincia de Cataluña.
La reacción del Gobierno central no se hizo esperar, y desde Moncloa, la sede presidencial, se lanzó un comunicado antes de medianoche: "El objetivo del gobierno de España es y será en todo momento garantizar la seguridad y la convivencia en Cataluña, y lo hará si es preciso siguiendo su compromiso de firmeza, proporcionalidad y unidad”. También se registraron comunicados de repulsa a los episodios de violencia por parte del Govern de Cataluña y de la alcaldesa de Barcelona, que se encontraba en la ceremonia de entrega de los Premios Planeta. Los enfrentamientos entre los manifestantes más radicales y la policía en la noche de ayer dejaron 74 heridos.
El éxito de las movilizaciones a lo largo y ancho del territorio radica del gran poder de convocatoria que tienen varias organizaciones independentistas en las redes sociales, un fenómeno ampliamente extendido en los últimos años. Pero ¿quién está detrás de esos perfiles?
Tsunami Democràtic
Tsunami Democràtic es un movimiento del que todavía no se conoce mucho. En su vídeo de presentación, de apenas medio minuto, se ve un cazo con agua en el fuego hasta el momento en que rompe a hervir. “Cambiamos el estado de las cosas: súmate. Tú eres el tsunami. Este movimiento se mueve entre Telegram y una aplicación ecriptada para celulares que únicamente se puede utilizar en dispositivos Android. Este ‘tsunami’ encabeza las movilizaciones desde el anonimato. "No somos una nueva organización, somos una campaña constante, continua e inagotable. Hay respuesta. Hay estrategia. Comienza una nueva ola y tú eres el protagonista. Tú eres el Tsunami". Sin embargo, desde su lanzamiento, todos los líderes independentistas, desde prisión y no, han apoyado el movimiento ayudando a difundir los mensajes que se han ido distribuyendo en redes sociales.La eficacia de esta organización se hizo palpable el lunes, cuando pocos minutos después de conocer el fallo judicial, el “Tsunami Democrático” logró trasladar el caos al aeropuerto de El Prat con solo un par de mensajes. Desde el Minsterio del Interior ya se investiga a este movimiento para conocer quién anda detrás de él. "Tenemos unos servicios de inteligencia y de información realmente eficaces y terminaremos sabiendo quién está detrás”, apuntó el ministro en funciones Fernando Grande Marlaska.
El “tsunami” ya cuenta con más de 280.000 personas agregadas en su grupo de Telegram y en las últimas horas ha habido más de 15.000 descargas de su aplicación según asegura la propia plataforma. Entre los próximos objetivos, destacan el éxito de las marchas y la huelga prevista para el viernes, que la aplicación logre instalarse en el mayor número de dispositivos posibles y, sobre todo, hacen un llamamiento a la no-violencia justo después de que anoche se registraran episodios de máxima tensión entre manifestantes y los cuerpos de seguridad. Le puede interesar: Cataluña: una crisis que no termina
Comités de Defensa de la República (CDR)
Los CDR tienen su origen el 30 de septiembre de 2017. El día previo al referéndum ilegal, varias personas se reunían en una plaza de Barcelona en torno a un punto informativo para valorar las necesidades de los colegios que en la jornada siguiente se convertirían en colegios electorales.Los Comités de Defensa del Referéndum, tal como nació este movimiento, estaban integrados por gente mayor y joven que se ofrecía a colaborar para que el referéndum se pudiera llevar a cabo. Tras la consulta, cambiaron Referéndum por República, y desde entonces encabezan algunas de las acciones más controvertidas del movimiento independentismo, entre las que se encuentran el levantamiento de peajes en las rutas catalanas en el marco de la “operación retorno” de Semana Santa, la movilización contra el Mobile World Congress celebrado en Barcelona el pasado marzo o el intento de boicot contra la visita del Rey Felipe VI a Barcelona.
Los CDR han liderado este tiempo las protestas a favor de la liberación de los líderes sociales encarcelados, y aunque muchas veces han tenido a los partidos políticos soberanistas en frente, sí que gozan de simpatías entre la formación de la izquierda radical independentista catalana como la CUP y otras organizaciones sociales y sindicales. Estos comités se organizan de manera asamblearia, con una estructura horizontal y desde el ámbito local.
El pasado 23 de septiembre se detuvo a nueve miembros de los CDR, siete de los cuales permanecen en prisión preventiva acusados de un presunto delito de terrorismo. En estos días, estos grupos están liderando los enfrentamientos más tensos con la policía y se espera que las acciones sigan en las jornadas próximas.
Desde hoy hasta el viernes han comenzado las “Marchas por la Libertad”, una serie de columnas de personas que van a ir caminando desde varios puntos de la geografía catalana hasta llegar el viernes 18 a Barcelona, donde va a tener lugar el acto central de la huelga general convocada en Cataluña para protestar contra la sentencia del 'procés'. Desde el Ministerio del Interior ya se ha anunciado que se enviarán cerca de 300 efectivos más de policía para garantizar la seguridad.
Las movilizaciones continúan este miércoles, donde miles de personas se han vuelto a dar cita en las calles catalanas para continuar con las protestas por el fallo del Alto Tribunal. Las movilizaciones, hasta el momento, no tienen fecha de caducidad.