El incierto destino de miles de niños durante la guerra en Guatemala

Ignacio Segura, niño guatemalteco adoptado a comienzos de los 80 por una pareja en Canadá, emprendió la búsqueda de sus padres en su país de origen. Acaba de lanzar una campaña para reunir a los menores robados durante la guerra civil. Fueron miles.

redacción internacional
19 de febrero de 2020 - 04:00 p. m.
A afiche con la imagen de Ignacio Segura, uno de los miles de niños dados en adopción en Guatemala durante la guerra civil. Hoy busca a sus padres.  / AFP
A afiche con la imagen de Ignacio Segura, uno de los miles de niños dados en adopción en Guatemala durante la guerra civil. Hoy busca a sus padres. / AFP
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Los niños son las grandes víctimas de cualquier conflicto. Durante la guerra civil en Guatemala (1960 a 1996), que dejó cerca de 200.000 muertos y desaparecidos, de acuerdos con datos revelados en 1999 por una Comisión de la Verdad auspiciada por la ONU, miles de niños fueron robados, secuestrados o dados en adopción en un lucrativo negocio que dejó millones de dólares y centenares de familias destruidas.

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Esos niños hoy son adultos y muchos comenzaron una búsqueda de sus verdaderos padres. "Es mi sueño de llegar y abrazar a mi mamá. Me quitaría un peso que llevo desde pequeño", señaló a periodistas Ignacio Segura, adoptado a principio de la década de 1980 cuando tenía tres años por una pareja en Canadá. "A mí me llevaron a un orfanato de nombre Elisa Martínez y, como muchas otras niñas y niños, posteriormente fui trasladado y adoptado en otro país sin el consentimiento de mi verdadera familia ni el mío", agregó.

Este joven acaba de comenzar una campaña de búsqueda de información para que personas que fueron adoptadas irregularmente o secuestradas durante el conflicto encuentren a sus familiares. La campaña, con presencia en redes sociales y carteles en las calles, tendrá como protagonista a Ignacio Segura.

La adopción, un lucrativo negocio

La Comisión de Derechos Humanos de la ONU denunció hace casi 20 años el negocio de las adopciones en Guatemala. Incluso señaló que había fábricas de bebés, es decir, que se contrataron a mujeres con el único objetivo de tener niños para venderlos o darlos en adopción. En otros casos, muchas mujeres víctimas de una extrema pobreza entregaron a sus hijos por unos pesos o se los quitaban con engaños o amenazas. 

El negocio incluyó a abogados, notarios y jueces, así como una magistrada que fue investigada por declarar abandonados a centenares de niños que al final, fueron dados en adopción. Se calcula que 150.000 menores quedaron huérfanos durante el largo conflicto civil de Guatemala. 

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Las asociaciones en defensa de los derechos humanos en Guatemala calculan que 5,000 niños fueron separados de sus padres mientras huían del Ejército. El camino estaba allanado, pues durante la dictadura guatemalteca de 1954 a 1984, se aprobó una ley  que eliminó la supervisión institucional y entregó a los abogados el poder de dar niños en adopción desde 1977. Con eso, se conformaron redes de médicos y abogados que, ante la falta de control, vendieron a niños a parejas de todo el mundo. En 2007 se cambió la ley, pero el daño ya estaba hecho. 

Un patrón que se repitió en la guerra en El Salvador, en donde varias ONGs denunciaron cómo operaban los militares. Cuentan que los pequeños eran transportados a los cuarteles de las Fuerzas Armadas y allí los regalaban o se los quedaban. 

Pero después los mitiares se dieron cuenta de que los niños eran un lucrativo negocio y crearon redes de secuestro y venta de niños. Crearon organizaciones falsas de adopción, compraron abogados y jueces para sacar los niños del país y facilitar su venta. La prensa de El Salvador habla de la existencia de un documento, desclasificado por el Departamento de Estado de Estados Unidos, en el que el embajador de ese país en El Salvador informa a dicho departamento de que "algunos militares arrebatan a los niños del campo de batalla para venderlos después como negocio propio".

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El precio de una adopción en 2007 podía llegar a los 35.000 dólares en 2007; tan lucrativo negocio hizo que a Guatemala ingresaran 200 millones de dólares en adopciones, según un informe de 2010 de la Comisión Internacional Contra la Impunidad de Guatemala (CICIG).

Un informe del Departamento de Estado de EE. UU. señaló que cerca de 30.000 niños guatemaltecos fueron adoptados por parejas en Canadá y varios países europeos (Bélgica, Francia, Holanda, entre otros) entre 1980 y 2007.  

¿Qué esperar?

Raúl Nájera, integrante del colectivo H.I.J.O.S., que reúne a sobrevivientes de la guerra civil, señaló que la campaña que adelantan víctimas de adopciones en Guatemala buscará que la población y entidades compartan información de los casos para generar los reencuentros entre los guatemaltecos adoptados por extranjeros y sus verdaderas familias. 

El activista explicó que se han documentado más de 5.000 casos de niños desaparecidos, entre los que se encuentran historias de menores de entre uno y seis años que "fueron secuestrados por oficiales del Ejército" en zonas que fueron arrasadas y luego llevados a orfanatos.  "Tienen el derecho de conocer la verdad, recuperar su identidad y a volver a este país a reencontrase con su historia", indicó Nájera.

Datos de organizaciones humanitarias locales señalan que se han generado unos 900 reencuentros de menores que se consideraban desaparecidos tras el fin del conflicto armado.  

Por redacción internacional

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