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Desde el 3 de junio, día del desalojo violento de una acampada opositora en Jartum que provocó decenas de muertos. Sudán está sin servicio de Internet por decisión de la junta militar que gobierna el país. El día de hoy, empresas sudanesas pidieron hoy a la Autoridad Nacional de Comunicaciones que reanude el servicio, cosa que hasta el momento no ha ocurrido.
El secretario general de la Asociación independiente de Protección al Consumidor, Yaser Mergani, dijo a Efe que, a raíz de las quejas de los sudaneses, tanto empresas privadas como abonados al servicio de internet han presentado un memorando a dicha autoridad, dependiente del Ministerio de Información y responsable del servicio en Sudán, para que se recupere la conexión.
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La Autoridad Nacional de Comunicaciones se disculpó y les aconsejó que se dirijan a la junta militar que gobierna el país desde el 11 de abril tras el derrocamiento de la presidencia de Omar al Bashir, puesto que se convirtió en la que "controla internet", añadió.
La junta militar suspendió el servicio de internet horas después del desalojo sangriento de la sentada frente de la sede del Ejército en Jartum, bajo el pretexto de que "amenaza la seguridad nacional", por lo que el país lleva sin servicio diecisiete días consecutivos, quedando así parcialmente incomunicada.
Un portavoz de la empresa Sudatel informó a Efe de que los abonados al servicio de su empresa son más de siete millones de personas.
Explicó que recibieron una carta hace dos semanas de la Autoridad de Comunicaciones para que suspendieran el servicio, excepto por cable del que dependen, entre otras, las empresas de aviación, los bancos y entidades gubernamentales, sin que se haya especificado la fecha de recuperación del suministro.
Los responsables de la Autoridad Nacional de Comunicaciones contactados por Efe se negaron a hacer comentarios al respecto. El 3 de junio, las fuerzas de seguridad sudanesas desalojaron la acampada en la que los manifestantes demandaban la transición hacia un gobierno civil.
En esa acción y la violencia que siguió en los días posteriores murieron 118 personas, según la oposición, que habla de las dificultades para contabilizar a las víctimas ante falta de fluidez en las comunicaciones, pero el Gobierno rebajó esa cifra a 61.
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Sin luz al final del túnel
Desde el pasado 12 de abril Sudán vive una de las peores crisis en su historia, cuando el ejército se tomó el poder político del país y derrocó a su presidente, Omar al Bashir. Desde entonces, una violenta ola de protestas se desató por parte de la oposición, la cual asegura que no hay garantías de que las fuerzas armadas realmente busquen una transición democrática.Las fuerzas armadas anunciaron además que convocarán elecciones anticipadas, que se celebrarán en un plazo máximo de nueve meses, lo que dividió a la oposición civil entre grupos que rechazaron la propuesta y otros que la aceptaron tácitamente. Eso sí, todos ellos se unieron en la condena a la violencia que hoy continuó en Jartum, aunque en menor escala.
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El anuncio fue rechazado frontalmente por la Asociación de Profesionales, grupo sindical que ha liderado el movimiento de protestas iniciado en diciembre, y por otras fuerzas opositoras, como el Partido de la Conferencia, de tendencia islamista.
Estos grupos opositores querían un periodo de transición más largo para llevar a cabo reformas con las que desmontar el aparato del Estado que articuló Al Bashir para mantenerse en el poder tres décadas, hasta que fue derrocado por los militares el 12 de abril pasado.