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Uno de los temas que más atormentadores para la Iglesia católica es la pederastia, un tema que salió a la luz hace años pero que hasta hace poco empezó a ser abordado con medidas en contra de los abusadores por el Vaticano. Claro, por presión de las víctimas que comenzaron a revelar el horror al que fueron sometidos por varios curas. Y es que son incontables los casos de sacerdotes implicados por acción y encubrimiento. Por eso desde hace mucho tiempo el papa Francisco comenzó a debatir el secreto de confesión para quienes estén vinculados con este tipo de situaciones.
El año pasado el debate arreció cuando el Papa anunció varias medidas que iba a tomar para luchar contra ese demonio que se coló en la iglesia. Su propuesta, que desató la ira de los más ortodoxos, fue reformar el secreto de confesión.
El debate no se hizo esperar, pero casos como el de George Pell, el jerarca de más alto rango condenado por abusos sexuales cambió la mente de muchos. El exjefe de finanzas del Vaticano acumula varias denuncias por abusos a menores.
Este martes Francisco ordenó o eliminar el secreto pontificio en los casos de abusos a menores por parte de miembros del clero, atendiendo así a una de las reivindicaciones de las víctimas de pederastia.
Ver más: Las exigencias de las víctimas de abuso a la Iglesia
Con la nueva instrucción, que entrará en vigor inmediatamente, no estarán sujetas al secreto pontificio las denuncias, los procesos y decisiones concernientes a esos casos de abusos, según informó hoy el Vaticano.
También se endurecen algunas normas sobre los casos de pederastia de manera que sea delito "la adquisición, posesión o divulgación, con un fin libidinoso, de imágenes pornográficas de menores de 18 años por parte de un clérigo", y no solo de los menores de 14 años como hasta ahora.
Que denuncien
En mayo de este año el tema alcanzó un punto alto del debate cuando el senador demócrata Jerry Hill, presentó en Estados Unidos el proyecto de ley SB 360 obligaría a los sacerdotes a denunciar ante las autoridades cuando reciban información en confesión de un caso de abuso infantil.La Iglesia católica pidió a los legisladores de California que respeten el derecho a la libertad religiosa, aún después de que un comité de la legislatura modificara la propuesta para incluir confesiones solo de sacerdotes y empleados de la iglesia.
Según explicó el arzobispo de Los Ángeles, Monseñor José Gómez, a pesar de la modificación del Comité de Apropiaciones del Senado, la propuesta viola "el espacio sagrado" de la confesión personal y secreta.
La iniciativa "todavía niega la santidad de la confesión a todos los sacerdotes del estado y a miles de católicos que trabajan con sacerdotes en parroquias y otras agencias de la Iglesia y ministerios", advirtió el arzobispo angelino.
Ver más: Las ocho medidas que tomó el Papa para acabar con la pederastia.
El arzobispo Gómez, líder espiritual de la arquidiócesis más grande del país y actual vicepresidente de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB), urgió a los legisladores a que continúen el trabajo conjunto que proteja a los menores, pero que no vaya contra la integridad del sacramento.
Pero el debate creció y las peticiones de las víctimas han hecho que el Papa tome medidas severas, como la anunciada hoy.
Ver más: Las tres nuevas leyes de Francisco contra el abuso
El tema divide, hay teólogos que la rechazan, pero otros como la teóloga Margarita Pintos de Cea-Naharro, presidenta de la Asociación para el Diálogo Interreligioso, consultada en 2018 por el diaro El País de España que explicaba: “Las personas somos ciudadanos con derechos y obligaciones. Podemos pertenecer a un colectivo religioso que tiene sus propias normas y códigos, pero cuando el derecho religioso entra en conflicto con el derecho civil y penal, la conciencia del individuo entra en contradicción y debe elegir ser fiel a su religión o a las leyes de su país. En el caso del secreto de confesión, sin dejar de constatar el conflicto, mi opinión es que las leyes civiles están por encima de cualquier ley religiosa. Las leyes civiles, que pueden ser injustas, tienen la posibilidad de ser cambiadas, mientras que las religiosas, como se creen de origen divino, son inmutables. Somos ciudadanos, por lo tanto, debemos cumplir con las leyes civiles, aunque entren en contradicción con nuestro código de creencias. En ningún caso hay que ocultar un delito bajo la excusa del secreto de confesión”.
Lo cierto es que el papa Francisco acaba de desatar otra tormenta. Las quejas no se han hecho esperar. Entonces, ¿se debe proteger el secreto de confesión y en dónde quedan las víctimas? Un debate muy largo.