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En Detroit (Michigan), los seguidores de Donald Trump libran una batalla en las calles para exigir un recuento de los votos de las elecciones generales de 2020 en el estado. El presidente marchaba a la delantera el miércoles, pero el candidato demócrata, Joe Biden, gracias al conteo lento, pero transparente, de las papeletas por correo logró una remontada histórica en este campo de batalla el jueves. Esa remontada lo dejó arriba de Trump con un margen de 145 mil votos y con el botín de los 16 votos electorales de este territorio.
Pedir un recuento es posible. Las leyes, sin embargo, varían por estado. En Michigan se puede pedir un recuento cuando hay una diferencia de 2 mil votos o menos. En este caso no la hay. En Wisconsin, por ejemplo, se puede pedir si el margen de la carrera no supera el 1 %. En este caso aplica. Sin embargo, el estado no cubre esos gastos a no ser que la diferencia sea de 0,25 %. Esto quiere decir que si Trump pide acá un recuento los gastos saldrán de su bolsillo. Y él no está dispuesto a asumir eso. Por eso les imploró a sus seguidores que lo ayuden. El senador Lindsey Graham, de Carolina del Sur, dijo que donaría US $500 mil para este propósito. Pero la base de Trump no es que cuente con esas cifras.
A las afueras de la estación de policía en Michigan, donde permanecía arrestado un trumpista que había alterado el orden público, una mujer recogía algunos billetes para pagar la fianza. Estas escenas las encuentra en la versión web de esta nota. Por otro lado, en el resto del país, los seguidores del presidente se han arrodillado para rezar frente a los colegios electorales esperando que una fuerza divina cambie la tendencia actual y revierta los resultados. Pero, para desgracia de los trumpistas, la historia nos indica con datos que se necesita más que dinero y fe para que un recuento le otorgue a Trump un resultado positivo.
Esta no es la primera vez que se hace un recuento en uno de los estados del país. De hecho, es una práctica algo común. Por ejemplo en Wisconsin, otro de los estados donde los trumpistas piden un recuento, el Partido Verde demandó un nuevo escrutinio en 2016 luego de que Trump venciera a Hillary Clinton, del Partido Demócrata, por poco más de 20 mil votos. El nuevo conteo solo cambió la cifra del conteo original en 131 nuevos votos que fueron para Trump. Y esto es lo otro: no cuentan con que un nuevo escrutinio también podría darle nuevos votos a Biden.
Pero el recuento más famoso de la historia es el que hubo entre el demócrata Al Gore y el expresidente republicano George W. Bush en Florida, durante las elecciones de 2000. A ambos candidatos los separaban menos de 2 mil votos, la más cerrada de la historia del país. La controversia fue alimentada porque en un inicio los medios nacionales le dieron la llamada a una victoria de Gore, pero luego revirtieron su llamado y le dieron la victoria a Bush. La confusión en las listas electorales llevó a Gore a pedir un recuento. Este, que fue detenido por la Corte Suprema, acabó con un margen a favor de Bush de 537 votos, el cual pasó a la historia como uno de los capítulos más dramáticos de las elecciones presidenciales. Pero el de este año se lleva el galardón.
La historia nos indica que los reconteos apenas si dan decenas o a veces cientos de votos a un candidato. Trump, en algunos escenarios, necesita miles de votos nuevos. Miremos los estados en disputa.
En Georgia, un recuento hecho en 2004, tuvo un cambio final de 15 votos en el resultado inicial. En Arizona y en Pensilvania, en recuentos hechos en 2010, los nuevos escrutinios acabaron con 66 y 281 votos nuevos, respectivamente. Y en Wisconsin, en uno que se hizo en 2011, el cambio fue de 312. Ese fue el más grande. Ahora miremos los conteos actuales con cifras tomadas hasta el viernes en la tarde.
En Wisconsin, Biden quedó primero con 1′630.570 votos. Trump quedó segundo con 1′610.031 votos. El republicano necesitaría un cambio en el reconteo de 20.539. En Michigan la situación es más preocupante para el magnate. Biden quedó a la cabeza con 2′790.648. Trump obtuvo 2′644.525. Necesitaría un cambio de 146.123 en el reconteo.
Ahora miremos los que no han parado de contar. En Pensilvania, el estado con el botín más grande entre los campos en disputa, Biden lleva 3′315.521. Trump lleva 3′300.980. Necesitaría un cambio de 14.541 votos en el reconteo. En Georgia Biden lleva 2′455.426 votos, y Trump ha obtenido 2.451.191 votos. El presidente necesitaría un cambio de 4.235 en el reconteo. Este último es quizás el más apretado, pero aún así las necesidades de Trump superan con creces los cambios que proporcionan estas medidas. Además, recordemos que estos no han terminado de contar y el margen de Biden podría aumentar. Y otro dato histórico en contra de Trump: en los últimos 20 años ningún recuento estatal ha cambiado al ganador original en los estados en disputa.
Hay noticias más preocupantes para Trump. En Pensilvania se confirmó que las papeletas por correo que llegaron después del martes no son parte del conteo actual en el estado. Estas papeletas fueron “secuestradas” mientras se concluya un pleito sobre la fecha en la que pueden ser admitidas. Y lo que nos dice esto es que, aun sin esas papeletas que seguro tienen una gran cantidad de votos para los demócratas, Joe Biden está ganando en el estado.