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El mandatario de Tanzania realizó estas declaraciones ayer en un mitin en el distrito de Meatu, al norte del país, en el que reclamó a los ciudadanos que no escuchen a quienes aconsejan sobre los anticonceptivos, en ocasiones, ciudadanos extranjeros, ya que tienen "objetivos malvados".
"Los que optan por la planificación familiar son unos vagos, porque temen no poder alimentar a sus hijos. No quieren trabajar duro para alimentar a una familia numerosa, por eso usan anticonceptivos y acaban con solamente uno o dos hijos", opinó Magufuli ante la presencia de la representante en Tanzania del Fondo de Población de las Naciones Unidas (FPNU), Jacqueline Mahon.
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"No veo que haya necesidad alguna de métodos anticonceptivos en Tanzania", indicó el mandatario, quien dirige desde hace tres años un país en el que en 2017 murieron 32.000 personas debido al sida, según datos del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH.
"He viajado a Europa y a otros sitios y he visto los efectos secundarios de los anticonceptivos. En algunos países se enfrentan a un menor crecimiento de la población. No tienen mano de obra". Reclamó a los tanzanos para que se sigan reproduciendo, ya que su gobierno ha incrementado la inversión en sanidad, especialmente en las áreas que tratan a las madres.
Esta no es la primera ocasión en la que Magufuli se opone públicamente a los anticonceptivos. En 2016, cuando se instauró la educación gratuita, pidió a las mujeres que los "tirasen".
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Tanzania implantó políticas de planificación familiar, que incluyen diferentes métodos anticonceptivos en 1976, un año después de que el FPNU abriese su oficina en el país.
Sin embargo, la postura pública de Magufuli sobre este tema no se ha visto respaldada por proposición política alguna, ni por su parte ni por la de su partido. El polémico mandatario mantiene otras políticas que han causado indignación de organizaciones internacionales, como la de expulsar de las escuelas a las jóvenes embarazadas o casadas.