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A Joe Biden, presidente electo de los Estados Unidos, le urgía ponerse a trabajar cuanto antes. Por delante tiene más retos que cualquier otro líder en la historia moderna del país: una pandemia que ha dejado más de un cuarto de millón de estadounidenses muertos; una economía que, aunque se recupera a paso lento, tiene muchas heridas profundas; una emergencia ambiental sin precedentes; una nación dividida llena de desigualdad e injusticias y muchos de los lazos diplomáticos históricos agonizando.
El primer paso que debía dar Biden para dar inicio a su ciclo y atender todas las crisis era el de formar un gabinete que cumpliera las necesidades inmediatas de la nación. Este, a su vez, debía permitirle transmitir unidad y proyectar las bases de lo que será el Partido Demócrata en el futuro.
Para Biden no se trata simplemente de ejecutar un plan en cuatro años, sino de consolidar a toda una nueva generación de liderazgo que lo acompaña y que trabajaría además con su fórmula, Kamala Harris, quien se proyecta como la candidata demócrata a la presidencia en 2024. Por ello, el presidente electo reclutó funcionarios que le permitirán formar uno de los gabinetes más diversos en la historia del país.
“Como lo hizo durante la campaña para su transición, Joe Biden buscará intencionalmente diversas voces para desarrollar e implementar su visión política para abordar los desafíos más difíciles de nuestra nación”, le dijo a Vox Cameron French, portavoz de la transición de Biden.
La diversidad es esencial. Como explica Lindsay M. Chervinsky, autora del libro El gabinete: George Washington y la creación de una institución estadounidense, el gabinete es un hilo que mantiene unida a la nación desde sus inicios. “Washington utilizó su gabinete y otros nombramientos federales para construir lazos emocionales entre los ciudadanos y el nuevo gobierno. Sabía que si la gente se sentía representada en la administración, sería más probable que la apoyara. Washington también quería servir a todos los estadounidenses, no solo a los virginianos, y buscó opiniones diferentes en consecuencia”, escribió Chervinsky en The Washington Post.
Pero la composición del gabinete siempre ha tenido problemas de diversidad. Las mujeres y los afroamericanos han tardado décadas para llegar a estos cargos y alcanzar posiciones de liderazgo. Biden tiene la oportunidad de cambiar ese patrón y saldar una deuda histórica. Sus primeros anuncios indican que va por buen camino. Nombró a la primera mujer a cargo del Departamento del Tesoro y también podría nombrar a la primera mujer a cargo del Departamento de Defensa, lo cual, apunta Chervinsky, “sería una declaración particularmente poderosa ya que el ejército enfrenta cada vez más informes de acoso y agresión sexual”.
La primera ficha de Biden es clave: Antony Blinken, llamado a ser su secretario de Estado, ya había trabajado con el demócrata durante la administración de Barack Obama, y se le conoce por sus políticas multilaterales, por lo que buscaría reforzar los lazos de unión con los principales aliados del país principalmente en Europa y también en América Latina. Será, sin duda, un actor clave en uno de los temas más picantes y dramáticos en la región: la crisis en Venezuela.
En el pasado, Blinken ha dicho que esperaba un cambio de manera pacífica y democrática en el Palacio de Miraflores, pero esto no significa que no esté de acuerdo con las sanciones emitidas al círculo de Nicolás Maduro. Al igual que ocurrirá con Cuba, el deshielo de las relaciones entre estos dos países no será a cualquier precio. Acá, cabe resaltar, Biden también nominó a Alejandro Mayorkas al Departamento de Seguridad Nacional. De ser aceptado por el Senado, Mayorkas, de raíces cubanas, se convertiría en el primer latino en dirigir este departamento.
Blinken también podría devolver a los Estados Unidos a un rol protagónico en los foros internacionales, de los que el actual gobierno tomó una distancia perjudicial para la nación. Sus primeras tareas serán garantizar la permanencia del país en la Organización Mundial de la Salud, además de velar por recomponer la confianza rota, y reintegrar al país al Acuerdo de París, el cual Trump también abandonó.
Y es que el cambio climático es una de las principales preocupaciones de la administración Biden. Y es por eso que el presidente electo eligió al exsecretario de estado John Kerry, como su enviado especial para asuntos del cambio climático, un nombramiento que de entrada es bien recibido por los miembros del Acuerdo de París y organizaciones defensoras del medio ambiente, pues Kerry estuvo hace cinco años en Francia ayudando a negociar este tratado.
“El mundo ha estado buscando una señal de que la administración de Biden hará que el cambio climático sea fundamental para la política exterior de Estados Unidos. Nombrar a Kerry como Enviado Presidencial Especial sobre Cambio Climático es una señal tan clara como se podría desear”, dijo Nat Keohane, vicepresidente senior y jefe de clima del Fondo de Defensa Ambiental.
El llamado de Kerry a integrar el equipo de Biden deja algo muy claro para el mundo: la emergencia ambiental es ahora un asunto de seguridad nacional para los Estados Unidos. Su tarea no solo será componer las grietas que dejó Trump, sino impulsar un nuevo compromiso aún más ambicioso que el firmado en 2015 para la reducción de emisiones de carbono en todo el mundo.
La selección de Biden se venía barajando semanas antes de las elecciones generales, y los nombres han cambiado mucho desde entonces. Muchos de los rivales del presidente electo en las primarias demócratas sonaban para ocupar cargos en la próxima administración. Se especulaba que el exalcalde de Indiana, Pete Buttigieg, iba a ser el próximo embajador ante las Naciones Unidas. No fue así. Biden eligió a Linda Thomas-Greenfield para este cargo. Es una diplomática de carrera que buscará derrumbar la política exterior de Trump basada en el “Estados Unidos primero”.
Pero Buttigieg todavía está en el sonajero para otros puestos en el gobierno, como la secretaria del Departamento de Asuntos de Veteranos, donde también suenan los veteranos del ejército Robert McDonald, Patrick Murphy, Jason Kander y la senadora Tammy Duckworth.
Otros rivales de Biden en la contienda por la nominación demócrata que todavía esperan por un llamado son la senadora Elizabeth Warren y el senador Bernie Sanders. Un día antes de que se le concediera la victoria a Biden en Pensilvania, Warren indicó que quería ser la secretaria del Departamento del Tesoro. Esta cartera la terminó ocupando una mujer, pero no fue Warren. Janet Yellen fue la elegida por Biden para este cargo el pasado lunes, convirtiéndose en la primera mujer en llenar esta posición. La decisión se tomó para mantener el equilibrio en las filas demócratas que, tras las elecciones, han mostrado divisiones. De hecho, Warren saludó y elogió la nominación de Yellen.
“Como una de las presidentas de la Fed más exitosas de la historia, se ha enfrentado a los bancos de Wall Street, incluida la responsabilidad de Wells Fargo por engañar a las familias trabajadoras”, tuiteó la senadora de Massachusetts.
La nominación de Warren a esta cartera tenía muchos inconvenientes. Por un lado, ella todavía es senadora, y esto quiere decir que el gobernador de su estado, el republicano Charlie Baker, podría nombrar un reemplazo para su escaño, el cual sería de su mismo partido. Ni Biden ni el Partido Demócrata querrían dejar que un estado tan importante tuviera un senador republicano, así sea por un tiempo. Además, la ideología de Warren, quien defiende un cambio a gran escala, no va de la mano con lo que quiere el presidente electo. Tampoco sería fácil que aprobaran su nominación en el Senado. Recordemos que muchos de los cargos en el gabinete de Biden requieren una aprobación en la cámara alta.
El otro caso es el del senador Sanders, quien fue una de las piezas claves en la victoria de Biden en estados como Michigan. El veterano senador de Vermont es tenido en cuenta para ocupar la cartera de Trabajo. Él mismo le aseguró al portal Politico que estaba interesado en el puesto. Sin embargo, de ser nominado, su aprobación en el Senado también sería difícil. Otros nombres que se barajan para la secretaría del Departamento de Trabajo son los de Julie Su, secretaria de la Agencia de Desarrollo Laboral de California, Andy Levin, congresista de Míchigan, Bill Spriggs, economista y profesor, y Sharon Block, directora del Programa Laboral de la Facultad de Derecho de Harvard.
Además del Departamento de Educación y el de Trabajo, hay otros tres puestos claves en los que Biden aún no da a conocer a su nominado o nominada: la secretaría del Departamento de Salud y Servicios Humanos, al que podría llegar Vivek Murthy, ex cirujano general de los Estados Unidos, o Michelle Lujan Grishman, actual gobernadora de Nuevo México; la secretaría del Departamento de Vivienda y Desarrollo Humano, a donde podría llegar Alvin Brown, exalcalde de Jacksonville (Florida), la representante a la Cámara, Karen Bass, o la alcaldesa de Atlanta, Keisha Lance; y finalmente el Departamento de Justicia, a donde podrían llegar el senador Doug Jones, el exfiscal general de California, Xavier Becerra, o la exfuncionaria de este Departamento, Sally Yates, quien ya fue fiscal general adjunta de la nación durante la administración de Barack Obama.
Estos son los nombres del gabinete de Biden confirmados hasta ahora:
Cargo | Funcionario |
---|---|
Vicepresidencia | Kamala Harris |
Departamento de Estado | Tony Blinken |
Departamento de Tesoro | Janet Yellen |
Departamento de Defensa | |
Departamento de Justicia | |
Departamento del Interior | |
Departamento de Agricultura | |
Departamento de Comercio | |
Departamento de Trabajo | |
Departamento de Salud y Servicios Humanos | |
Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano | |
Departamento de Transporte | |
Departamento de Energía | |
Departamento de Educación | |
Departamento de Asuntos de Veteranos | |
Departamento de Seguridad Nacional | Alejandro Mayorkas |
Jefe de gabinete de la Casa Blanca | Ronald Klain |
Agencia de Protección Ambiental | |
Oficina de Administración y Presupuesto | |
Representante comercial | |
Misión ante la ONU | Linda Thomas-Greenfield |
Consejo Asesores Económicos | |
Pequeñas Empresas | |
Inteligencia Nacional | Avril Haines |
Director de Comunicaciones | |
Secretaria de Prensa |
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