Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
El presidente francés Emmanuel Macron da este martes el pistoletazo de salida a un gran debate nacional con el que espera poner fin a la crisis de los "chalecos amarillos" que sacude Francia desde hace dos meses. Estas son las principales preguntas que hará a los franceses.
- ¿Qué impuestos hay que bajar, a su juicio, en prioridad?
- ¿Hay que suprimir ciertos servicios públicos que estarán superados o son demasiado caros para su utilidad?
- Por el contrario ¿cree usted que hay nuevas necesidades de servicios públicos y cómo financiarlos?
- ¿Es necesario reforzar la descentralización y dar más poder de decisión a la acción más cercana a los ciudadanos? ¿A qué niveles y para qué servicios?
- ¿Cómo financiamos la transición ecológica: con impuestos, tasas y a quién debe afectar prioritariamente?
- ¿Qué propuestas concretas haría usted para acelerar nuestra transición medioambiental?
- ¿Cómo podemos compartir estas decisiones a escala europea e internacional para que nuestros productores no se vean penalizados con respecto a sus competidores extranjeros?
(Le puede interesar: Macron no logra poner fin a la crisis de los “chalecos amarillos”)
- ¿Hay que reconocer el voto en blanco?
- ¿Hay que hacer obligatorio el voto?
- ¿Hay que incrementar el recurso a los referéndum y quién debe proponerlos?.
A continuación, las modalidades de esta gran consulta popular que se articulará en torno a las principales inquietudes expresadas por este movimiento popular que protesta contra la pérdida de poder adquisitivo y la presión fiscal.
¿Cómo funciona?
El gran debate nacional arrancará este martes con un acto en la pequeña localidad de Grand-Bourgtheroulde, en Normandía, y se extenderá hasta el 15 de marzo.Las propuestas recabadas durante estos dos meses servirán a construir "un nuevo contrato nacional, estructurar la acción del gobierno y del parlamento", explicó el mandatario en una carta abierta a los franceses, en la que prometió anuncios un mes después del cierre de la consulta.
Los franceses podrán comunicar sus preocupaciones y sugerencias en reuniones organizadas voluntariamente por alcaldes, asociaciones o ciudadanos en todo el país.
También podrán mandar sus contribuciones por internet en una página creada especialmente para esta consulta o por correo postal. La lista de debates organizados en cada región figurará en ese mismo portal.
Cientos de alcaldes de pueblos y ciudades de toda Francia ya han establecido registros en los ayuntamientos para que los ciudadanos puedan listar sus reivindicaciones.
En la última fase del debate, a partir del 1 de marzo, el gobierno organizará "conferencias ciudadanas regionales" en las que participarán un centenar de personas elegidas por sorteo. Estos tendrán la misión de listar las principales conclusiones y establecer propuestas concretas que serán estudiadas por Macron.
(Le puede interesar: ¿Quiénes son los chalecos amarillos y por qué protestan en Francia?)
¿Cuáles son los principales temas?
Emmanuel Macron propuso en su misiva divulgada el domingo cuatro grandes temas que estructurarán esta gran consulta: impuestos, organización del Estado, transición ecológica y democracia."Este debate debe responder a cuestiones esenciales que han emergido en las últimas semanas", dijo el mandatario centrista, en referencia a las protestas de los "chalecos amarillos", un movimiento popular con reivindicaciones que nació en las redes sociales sin tutela sindical o política.
La rebaja del límite de velocidad en las carreteras secundarias de 90 a 80 km/h, una de las medidas que prendió la cólera de estos franceses de clases populares, estará también sobre la mesa.
Aunque el mandatario dijo que no habrá "temas prohibidos", dejó claro que no cederá en reformas económicas clave que adoptó tras llegar al poder en 2017 para reactivar la economía francesa, como la supresión de un impuesto sobre la fortuna para alentar la inversión, cuyo restablecimiento es exigido por los manifestantes.
También se excluye temas como el aborto, la pena de muerte y el matrimonio gay, considerados por el gobierno como "conquistas sociales".
¿Quiénes dirigirán los debates?
El presidente nombró a dos altos miembros de su gobierno para coordinar la organización de la consulta: la Secretaria de Estado del ministerio de Transición Ecológica, Emmanuelle Wargon, y el ministro encargado de las Colectividades Territoriales, Sébastien Lecornu.La primera se encargará de la sociedad civil y el segundo de los cargos públicos.
Wargon y Lecornu fueron nombrados de urgencia después de que la antigua presidenta de la Comisión Nacional del Debate Público, Chantal Jouanno, tirara la toalla la semana pasada tras recibir críticas por su salario mensual de casi 15.000 euros (17.000 dólares).
Además, se designará cinco auditores independientes para garantizar la independencia de los debates. Dos serán nombrados por el gobierno y los otros tres respectivamente por los presidentes de la Asamblea Nacional, del Senado y del Consejo Económico, Social y Medioambiental.
(Ver más: "Chalecos amarillos": ¿una lección sobre cómo no debe ser una transición ecológica?)
Los alcaldes tendrán también un papel esencial, como intermediarios entre los ciudadanos y el gobierno.
¿Cuál es el objetivo?
"No estaremos de acuerdo en todo, eso es normal, eso es democracia, pero al menos demostraremos que somos un pueblo que no tiene miedo de hablar, discutir y debatir", dijo Macron en su carta.Con este el debate inédito, Macron, de 41 años, busca poner fin a las protestas de los "chalecos amarillos", que se han convertido en la peor crisis de su presidencia.
La protestas estallaron en noviembre en contra del alza de los impuestos a los combustibles, pero ahora los manifestantes exigen una mayor justicia social y fiscal, así como una mayor paticipación del pueblo en la toma de decisiones.
Para varios analistas, Macron se juega el futuro de su presidencia, ya que debe demostrar que pese a su escasa experiencia política es capaz de restablecer el orden público.
Un 40% de los franceses tiene intenciones de participar en el debate, según un sondeo Elabe divulgado el martes. Sin embargo, apenas un tercio estima que resolverá la crisis de los "chalecos amarillos".