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La ansiedad y la incertidumbre se han apoderado de los venezolanos que cruzan a diario la frontera con Colombia, pues todavía no saben qué va a pasar con las donaciones realizadas por Estados Unidos y guardadas en el puente de Tienditas desde el pasado viernes en la ciudad de Cúcuta.
Aunque el presidente Nicolás Maduro ha insistido en que la ayuda humanitaria “no pasará”, e incluso ha reforzado su presencia militar en la frontera, la diputada opositora Gaby Arellano, quien ha coordinado el proceso de recepción de las donaciones en la frontera, confía en que el traslado de los paquetes de ayuda a Venezuela “será cuestión de horas”.
“Hay que entender que esto es un proceso. Algo que no se puede dar de la noche a la mañana”, explica Arellano, quien huyó de Venezuela en abril de 2018 luego de que se dictó una orden de arresto en su contra.
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Esta diputada, de 33 años, fue designada por Juan Guaidó —reconocido como el presidente interino de Venezuela por 45 países— para hacerse cargo de la ayuda enviada por Estados Unidos. “El trabajo comenzó el 28 de enero y desde entonces hemos trabajado con las autoridades colombianas para coordinar el punto de recepción y acopio, que se instaló el pasado viernes en Tienditas”, explica la diputada en Cúcuta.
Arellano aclara que la instalación del puesto de Tienditas fue el final de la segunda fase del plan, ideado por Guaidó y los gobiernos de Colombia y Estados Unidos. Según cuenta, ahora solo falta poner en marcha la fase tres: la distribución de las donaciones. Pero Arellano es optimista y confía en que será la gente la que saldrá a derribar “los muros de la dictadura”, refiriéndose así a los dos contenedores que impiden el paso en el lado venezolano del puente de Tienditas.
“Toda la ayuda que está en territorio colombiano va a ingresar a Venezuela. Lo haremos de manera pacífica, sin armas, sin ninguna bala. En una cadena humanitaria para repartir esto sin ninguna condición más allá de la necesidad”, explica Arellano.
La información sobre el proceso ha sido poca, sobre todo para los venezolanos. “Hay que estar pendientes de los anuncios del presidente Juan Guaidó de este 12 de febrero, en los que se harán anuncios importantes”, dice Arellano.
“Les aseguro que no van a ser meses ni semanas, sino días para que los camiones entren a Venezuela. El cómo y el cuándo lo anunciara él”, agrega.
Las donaciones por parte de Estados Unidos han sido acusadas, tanto por Nicolás Maduro como por diferentes ONG, de estar politizadas. Por ello, la ONU y la Cruz Roja Internacional han optado por tomar distancia. Sobre esto, Arellano asegura que el trabajo que la oposición está realizando con estas donaciones es “legítimo” y “eminentemente humanitario”, pues está pensado “para aliviar una crisis humanitaria”.
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“La petición y recepción de esta ayuda humanitaria está investida de legitimidad, pues fue solicitada por la Asamblea Nacional, que fue el último organismo elegido democráticamente por los venezolanos”, dice Arellano, quien aclara que han pedido ayuda a todos los organismos internacionales y asegura que “en las próximas horas” se sumarán nuevos donantes además de Estados Unidos.
“Tenemos información de que otros dos países estarían listos para ingresar ayuda a este centro de acopio”, explicó la diputada a El Espectador y aprovechó para desmentir los rumores de un supuesto cargamento de ayuda que habría ingresado desde Puerto Rico. “Lo que sabemos es que no ha ingresado ningún tipo de ayuda”, asegura.
El miedo que siente la gente que vive en la frontera ante una represalia militar por parte de Maduro no es ajeno para Arellano, criada en la vecina población de Michelena, Táchira, a pocas horas de Cúcuta. Para ella, la mayor garantía de que esta vez no ocurrirá la represión militar que, por ejemplo, se vivió en 2017 es el hecho de que desde cuando Guaidó anunció que asumiría la Presidencia interina el Ejército no ha atentado contra él ni contra sus seguidores. Y aunque el apoyo por parte de los migrantes en Venezuela ha sido más bien poco, en parte según ellos a que no saben con certeza cómo ayudar, Arellano insiste en que estén pendientes de los anuncios de Guaidó, pues, según ella, a partir del 23 de enero solo hay una voz de mando y es la de “nuestro presidente interino”. “Nuestras acciones van al ritmo de las necesidades de nuestro pueblo”, concluye.