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El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, se enfrenta a una presión internacional sin precedentes para su gobierno. Los líderes del mundo se encuentran vigilando con lupa su gestión frente a la tragedia medioambiental que vive la Amazonía desde hace ya tres semanas, y algunos de ellos ya han amenazado con sanciones al gobierno brasilero si su respuesta a los incendios no es el mejor.
Mika Lintilä, ministro finlandés de Finanzas, se unió a las voces de reclamo este viernes al anunciar que propondrá a sus homólogos europeos la prohibición de las importaciones de carne de res brasileña para protestar contra la gestión de Bolsonaro. Según expertos y grupos conservacionistas, la ganadería es una de las actividades responsables de la actual tragedia, y Bolsonaro, desde que llegó a la presidencia, ha fomentado tanto a ganaderos como a madereros a la quema ilegal de terrenos para sus actividades, propiciando el escenario para que se desaten incendios tan graves como los de ahora.
“Si no se produce ningún avance, estoy dispuesto a llevar esta cuestión ante los otros ministros de Finanzas de la Unión Europea” durante la reunión informal que mantendrán el 13 y 14 de septiembre en Finlandia, añadió. El primer ministro finlandés, el socialdemócrata Antti Rinne, no ha reaccionado de momento a la propuesta de este ministro centrista.
Lintilä no es el único funcionario europeo que ha cuestionado el rol de Bolsonaro frente a la crisis. El jueves, el presidente francés, Emmanuel Macron, acusó a su homólogo brasileño de haber mentido en sus compromisos en la defensa del medio ambiente y anunció que, si no cambia la situación, Francia se opondrá a la adopción del acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y el Mercosur. Además, el líder francés declaró que propondrá llevar el tema a la cumbre del G7. Vea también: Europeos amenazan a Brasil con sanciones económicas si no el gobierno no hace nada frente a los incendios
Bolsonaro respondió inicialmente con un discurso nacionalista y denunció una “mentalidad colonialista” del presidente francés por haber propuesto llevar a altas instancias. Sin embargo, el mandatario brasilero se vio obligado a ceder en su discurso frente a la presión internacional y convocó una reunión de emergencia con sus ministros, a quienes, por decreto, ordenó trabajar en el combate de los incendios.
Los incendios en Brasil aumentaron 85% en lo que va del año respecto al mismo periodo de 2018. Datos satelitales del Instituto de Investigaciones Espaciales (INPE) cuentan que hasta el 22 de agosto hubo 76.720 puntos de incendio -1.384 más que la víspera-, con un 52,6% en la región amazónica. Le puede interesar: ¿Por qué Bolsonaro es tan preocupante para el futuro de la Amazonía?
Brasil se encuentra en temporada seca, cuando los incendios son frecuentes, aunque especialistas coinciden en que no se trata de un año de sequía intensa y que el fuerte incremento de los focos se debe a la deforestación, que también según datos del INPE y otras instituciones aumentó exponencialmente en los últimos meses.
“El gobierno brasileño subestimó severamente la escala de preocupación global en torno a la Amazonía. También calcularon de forma errada hasta qué punto acelerar la deforestación podría amenazar las relaciones bilaterales y multilaterales”, dijo a la AFP Robert Muggah, investigador del Instituto Igarapé, un centro de análisis de Rio de Janeiro.