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El Partido Comunista Chino ha negado haber cometido abusos contra la minoría musulmana uigur en China, pero la evidencia y ahora un informe de un centro de pensamiento con sede en Estados Unidos lo contradicen.
Según el Newlines Institute en su informe titulado “El genocidio uigur”, China ha violado todos los artículos de la Convención para la Prevención y la Sanación del Delito del Genocidio, un documento adoptado en 1948 cuyo objetivo era que no se volvieran a repetir los crímenes perpetrados por los nazis en la Europa ocupada contra los judíos en las décadas de 1930 y 1940.
“En 2014, el jefe de estado de China, el presidente Xi Jinping, lanzó la ‘Guerra Popular contra el Terrorismo’ en las áreas donde los uigures constituyen casi el 90 por ciento de la población. Los funcionarios siguieron órdenes de ‘detener a todos los que deberían ser detenidos’, ‘limpiarlos por completo y destruirlos de raíz y rama’. ‘Rompan su linaje, sus raíces, sus conexiones y sus orígenes’”, señala el informe del Newlines Institute.
Esta intención de destruir a los uigures viola los cinco actos definidos por la Convención de la ONU, pues tiene el fin de “destruir, total o parcialmente, un grupo nacional, étnico, racial o religioso”, como constituye el documento de 1948.
El informe señala que hay pruebas de sentencias de muerte selectivas, encarcelamiento de los ancianos, tortura, abuso sexual, separación familiar y una campaña de esterilización forzada que buscaba destruir al grupo biológicamente.
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“China ha perseguido una doble estrategia sistemática de esterilización forzosa de mujeres uigures en edad fértil y de internación de hombres para evitar la capacidad regenerativa del grupo y destruirlo biológicamente”, señala el documento. Según las estadísticas y directivas del gobierno, se buscaba no dejar un “punto ciego”, por lo que se llevaron a cabo estrategias de esterilización en familias completas para la prevención de nacimientos financiada por el Estado.
La política de persecución contra los uigures se expandió tras la llegada de Chen Quanguo a la secretaría del Partido Comunista de la región de Xinjiang en 2016, donde se ubica la población minoritaria de los uigures. Este exmilitar ha sido el responsable de la línea dura contra los musulmanes uigures instalando una vigilancia omnipresente y campos de detención. Por todo esto, Quanguo ha recibido sanciones de Washington.
Este es uno de los primeros documentos que desarrolla un grupo de expertos independiente y que examina las acciones genocidas del gobierno chino contra la minoría uigur. Docenas de expertos participaron en el estudio y la verificación de datos, pero no se arrojaron recomendaciones en el informe.
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La persecución del gobierno chino a los uigures ha causado conmoción a nivel internacional y una campaña de aislamiento diplomático y sanciones contra Pekín. Bajo la administración de Donald Trump, Estados Unidos condenó las atrocidades cometidas por el gobierno de Xi Jinping, pero en secreto el propio presidente lo alentó a continuar con sus políticas genocidas.
“Es lo que se tiene que hacer”, le habría dicho Trump al presidente chino en una reunión del G20, de acuerdo con el ex asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Bolton. La respuesta de Trump al genocidio fue considerada por expertos como Anne-Marie Slaughter y Wardah Khalid como una “contradicción”.
Este jueves, el primer ministro de China, Li Keqiang, tiene planeado responder preguntas sobre el genocidio de los uigures, según informó The Guardian.
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