Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Los ciudadanos rusos Alexander Petrov y Ruslan Boshirov han sido identificados como los sospechosos del envenenamiento del exespía ruso Sergéi Skripal y su hija Julia el pasado marzo en Salisbury, informó hoy la Policía. Scotland Yard y la Fiscalía británica comunicaron hoy que hay suficientes pruebas para acusar a ambos de conspiración para cometer asesinatos en la citada localidad británica.
Los Skripal estuvieron hospitalizados varias semanas tras ser envenenados con el agente nervioso Novichok, de fabricación rusa, lo que llevó al Gobierno británico a culpar al Kremlin del ataque y a expulsar a varios diplomáticos de Londres. Lea también: La maldición de los Skripal: la familia que fue envenenada
Unos meses después, la británica Dawn Sturgess murió tras envenenarse con Novichok al entrar en contacto con una botella de perfume que, según los medios, había recogido del suelo y que contenía el agente nervioso, mientras que su pareja, Charlie Rowley, también enfermó pero se recuperó tras unas semanas hospitalizado.
El subcomisario de la Policía Metropolitana de Londres Neil Basu dijo hoy que es probable que los dos sospechosos viajen con seudónimos y que se estima que tienen unos 40 años. La Fiscalía británica indicó que no solicitará a Rusia la extradición de Petrov y Boshirov porque la Constitución de ese país no permite la entrega de sus nacionales.
No obstante, las autoridades británicas emitió una orden europea de arresto, lo que implica que si viajan por Europa podrán ser detenidos con fines de ser juzgados en el Reino Unido. La primera ministra británica, Theresa May, hará hoy una declaración en la Cámara de los Comunes del Parlamento sobre el "caso Salisbury" al término de la sesión semanal de preguntas a la Jefa del Gobierno. Le recomendamos: ¿Qué hay detrás del envenenamiento del exespía ruso?
La directora de servicios legales de la Fiscalía, Sue Hemming, señaló hoy que hay suficientes pruebas para conseguir una condena contra estas dos personas de nacionalidad rusa. Los delitos incluyen conspiración para asesinar a Sergéi Skripal, su hija Julia y al policía británico Nick Bailey; el uso y posesión de Novichok (en violación de la Ley de Armas Químicas) y daño corporal grave contra Yulia Skripal y Nick Bailey.
Hemming concluyó que hay "una perspectiva realista de condena" lo que significa que "la Fiscalía está satisfecha" por tener "una evaluación objetiva (de lo ocurrido) para que la evidencia pueda ser utilizada en los tribunales".