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Las autoridades y servicios de emergencias de Estados Unidos elevaron a 228 la cifra de desaparecidos en la zona afectada por el gigantesco incendio que quema desde el jueves el norte de California y que, junto a otro fuego en el sur, han causado al menos 31 muertos.
Las labores de búsqueda continuarán hoy, con mejores condiciones según los pronósticos meteorológicos, ya que se espera que los vientos amainen.
Según información del Departamento de Bomberos del Condado de Butte (Calfire), el incendio bautizado como "Camp Fire", además de cobrarse la vida de por lo menos 29 personas y dejar heridos a tres bomberos, ha arrasado ya cerca de 45.000 hectáreas, 6.450 viviendas y 260 comercios.
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Kory Honea, el alguacil del condado de Butte, precisó que los seis últimos cuerpos fueron localizados en la localidad de Paradise.
Desde que se iniciara este jueves, el "Camp Fire", que arrasa una vasta región en el condado de Butte, en la Sierra Nevada, al norte de Sacramento, capital del estado, se ha convertido en el incendio más grande y destructivo de varios fuegos activos en el estado, que han provocado la evacuación de más de 250.000 personas.
El incendio ha arrasado casi por completo Paradise, de 26.000 habitantes, a unos 280 kilómetros al noreste del área de la bahía de San Francisco, donde desde el jueves se mantiene activada la alerta roja por la mala calidad del aire a causa del humo proveniente del incendio.
"Camp Fire" tiene el triste honor de igualar al desastre de Griffith Park, en Los Ángeles, ocurrido en 1933 y hasta la fecha el incendio más mortífero de la historia de la región, según el Departamento de Bomberos de California (Cal Fire).
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“Estamos entrando en una nueva normalidad. La tasa de propagación es exponencialmente más alta de lo que solía ser”, dijo el jefe de bomberos del condado de Ventura, Mark Lorenzen, quien sostuvo en una conferencia de prensa que los incendios en California avanzan en 2018 mucho más rápido que hace 10 años.
Por su parte, el gobernador de California, Jerry Brown, afirmó: "Esta no es la nueva normalidad, esta es la nueva anormalidad. Y esta nueva anormalidad continuará en los próximos 10, 15 o 20 años".
Conocido por ser un escéptico del cambio climático, el presidente Donald Trump, en tanto, acusó en un tuit a las autoridades locales de una mala gestión forestal que propicia los incendios.
"No hay motivo para estos incendios masivos y mortales en California, excepto que la gestión forestal es muy mala", escribió.
"Cada año se otorgan miles de millones de dólares, con tantas vidas perdidas, todo por el pésimo manejo forestal. Pongan remedio a eso o no habrá más dinero federal", amenazó.
Brian Rice, titular de la entidad Bomberos Profesionales de California, calificó esos comentarios de "desinformados, inoportunos y humillantes para aquellos que están sufriendo". Agregó que las afirmaciones del mandatario sobre una mala gestión forestal "son peligrosamente erróneas".
Y mientras tanto, unos 3.200 bomberos trabajan en la contención del fuego, y tres de ellos resultaron heridos. Pese a que aún no se ha establecido oficialmente la causa del incendio, los responsables del suministro eléctrico local informaron a las autoridades estatales que se produjo un corte de luz cerca del lugar donde se originó el fuego, informó el diario local Sacramento Bee.