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El ministro del Interior de Italia, Matteo Salvini, y el primer ministro de Hungría, el nacionalista Viktor Orbán, reforzaron en Milán lazos para formar un bloque contra la inmigración que se contraponga al resto de países socios de la Unión Europea. Así lo declaró Orbán en una rueda de prensa conjunta celebrada tras el encuentro, en la que describió la situación de la UE como de dos bloques, uno a favor de la inmigración y otro en contra.
"Ahora mismo en la UE hay dos bloques: uno liderado por el presidente francés, Emmanuel Macron, (...) que es el jefe de los partidos que apoyan la inmigración, y por otra parte estamos nosotros, que queremos frenar la inmigración ilegal. Esta es la situación actual", dijo Orbán.
"Estamos trabajando para construir una nueva alianza que excluya a los socialistas y a la izquierda, y que dé prioridad a los valores que nuestras formaciones representan", añadió por su parte Salvini.
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El ministro del Interior italiano y el jefe del Ejecutivo húngaro mantuvieron esta reunión en la sede de la delegación del Gobierno en Milán, una cita que fue "política y no institucional", según dejó claro el otro socio de la ultraderechista Liga en el Gobierno de Italia, el antisistema Movimiento Cinco Estrellas (M5S).
Ambos políticos comparten su visión contra la inmigración ilegal, pues Orbán es contrario a la reubicación de refugiados entre los países de la UE y ha advertido en diversas ocasiones que la llegada de flujos migratorios a Europa puede incrementar el riesgo de ataques terroristas. Por su parte, Salvini lleva tres meses ostentando la cartera de Interior y en este tiempo ha prohibido la entrada en puertos italianos de barcos de ONG con inmigrantes rescatados en el mar.
Recientemente, ha mantenido retenidos en el puerto de Catania (Sicilia, sur) a más de un centenar de inmigrantes a bordo de un barco militar italiano con la intención de forzar al resto de países europeos a que acordaran una solución de repartición. Esta estrategia le ha valido críticas de organizaciones italianas e internacionales y la apertura de una investigación por parte de la Fiscalía de Agrigento (Sicilia) por los delitos de secuestro, arresto ilegal y abuso de poder.
Afirmó que, para Italia, Hungría es un país de referencia, con un "crecimiento de más del 4 % y una tasa impositiva única del 9 % para las empresas y del 15 % para las personas", lo que demuestra, en su opinión, que "un país puede crecer gastando y no haciendo recortes y sacrificios".
Tras esta reunión con Orbán, "comienza un camino (...) para conseguir una UE diferente, para lograr un cambio en la Comisión Europea y en las políticas europeas, para que centren su atención en el derecho al trabajo, a la vida, a la salud y a la seguridad", dijo Salvini.
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Por su parte, Orbán destacó que "Hungría ha demostrado que la inmigración se puede frenar por tierra", y aseguró respetar a Salvini porque "está demostrando que la inmigración también puede ser frenada por mar".
"De su éxito depende la seguridad de la UE. (...) Le animamos a que no dé marcha atrás y que defienda las fronteras europeas", expuso. Orbán aseguró que los inmigrantes que lleguen a las costas europeas "no deben ser reubicados ni repartidos" entre los Estados comunitarios, sino "devueltos a sus países de origen".
El M5S ha buscado desmarcarse de esta reunión y su líder y otro vicepresidente del Gobierno, Luigi Di Maio, ha afirmado en una entrevista a un medio italiano que Orbán "es muy distinto" de los valores que defiende su formación.