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Joe Biden comienza a trabajar para enfrentar la pandemia

Joe Biden, presidente electo de EE. UU., ya trabaja para responder a la crisis sanitaria y hacer cambios económicos y políticos cuando asuma el cargo en enero.

Camilo Gómez Forero
09 de noviembre de 2020 - 02:00 a. m.
 Joe Biden ha prometido empezar a corregir los errores en las políticas sanitarias de Trump cuanto antes. / AFP
Joe Biden ha prometido empezar a corregir los errores en las políticas sanitarias de Trump cuanto antes. / AFP
Foto: AFP - ANGELA WEISS

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Para Estados Unidos, los conteos han sido una pesadilla esta semana. En Nevada y Arizona, los resultados de las elecciones generales aún no se conocen. Las demandas impuestas por el equipo del presidente Donald Trump hicieron que contar los votos fuera difícil y lento. Pero en paralelo hubo otro conteo que sí avanzó rápido: el de casos de coronavirus.

El domingo, Nevada reportó 2.068 casos nuevos de COVID-19, y Arizona, 2.423. En total, el país suman 126.000 casos en un día. Y es el cuarto día consecutivo en el que los casos nuevos superan la barrera de los 100.000. Se estima que entre domingo y lunes, el país haya superado los diez millones de contagios, lo cual también es alarmante. El pasado 16 de octubre se superaron los ocho millones, lo que quiere decir que en solo tres semanas hubo dos millones de nuevos casos.

Las malas noticias no paran: el presidente Trump no está haciendo nada por frenar el avance de la pandemia, y ahora se dedicará a tratar de impugnar las elecciones en las Cortes, dando una batalla perdida. Por otro lado, este martes la Corte Suprema escuchará nuevos argumentos para el caso que podría eliminar la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio (Obamacare), la cual les ha proporcionado un seguro médico a 23 millones de estadounidenses; por lo menos dos millones verían su cobertura médica esfumada en plena pandemia.

Pero hay una noticia esperanzadora: el presidente electo, Joe Biden, ya comenzó a trabajar para responder a esta emergencia sanitaria apenas jure como presidente en enero. De todas maneras, a los estadounidenses les esperan dos largos meses de incertidumbre y ruina. Y otros más hasta que los planes de Biden y los demócratas se puedan implementar.

Lo primero será que, a diferencia de Trump, Biden escuchará lo que tienen por decirle expertos y científicos. Según el presidente electo, el doctor Anthony Fauci, el principal experto del país en la lucha contra la pandemia, tendría un puesto en su gobierno. Y Fauci haría un buen equipo con Biden. El director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, aún trabajando para Trump, ya le lanzó guiños a Biden. “Se lo está tomando en serio desde una perspectiva de salud pública”, dijo.

Ver más: Donald Trump reveló cómo peleará el resultado electoral en las cortes

Fauci no es el único que se está preparando para conformar un equipo de trabajo en la nueva administración. Hay tres fichajes que el presidente electo ya tiene en mente: la doctora Marcella Nunez-Smith, profesora asociada de la Facultad de Medicina y Epidemiología de la Universidad de Yale; David Kessler, excomisionado de la Administración de Alimentos y Medicamentos, y el cirujano general Vivek Murthy.

La prioridad de Biden no está solo en contar con los mejores expertos, sino en cambiar el problema estructural que Trump creó. El actual presidente recargó la responsabilidad en los estados y politizó la ayuda humanitaria, priorizando a los gobernadores y líderes que estaban de su lado. Eso se romperá. Ahora, con Biden habrá una guía nacional que prestará atención a los estados sin importar si son azules o rojos. Hay más colaboración, pero también más responsabilidad, pues examinará lo que se está haciendo en los estados con gobiernos republicanos y por qué están mostrando un fracaso mayor que en el resto del país. Pero para que sus planes funcionen el demócrata deberá atender otro problema paralelo: la crisis económica. Ya está trabajando en eso.

Hasta ahora, el actual gobierno ha sido incapaz de pasar un nuevo paquete de estímulo económico. Biden presionará al Congreso en enero para pasar una nueva ley de estímulo. Y a diferencia de Trump, Biden no piensa usar los fondos militares para construir un muro en la frontera (el presidente lo intentó en octubre de nuevo), sino que destinará la Ley de Producción de Defensa a obtener más equipos de protección para los trabajadores de salud, kits para hacer pruebas y contratar más trabajadores para ayudar al equipo de testeo que se encuentra desbordado. Y, finalmente, piensa pasar una orden ejecutiva para que los tapabocas sean obligatorios en el transporte público, por ejemplo.“Su plan, elaborado durante la campaña por un grupo central de científicos, expertos en salud pública y exfuncionarios del gobierno que comenzaron a reunirse a principios de marzo, es hacer rápidamente una lista de políticas y programas federales al estilo del New Deal para combatir todas estas crisis en una vez”, señala “Politico”.

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Un auténtico revolcón

El cambio de dirección en la lucha contra la pandemia y el impulso a un nuevo paquete de estímulo serán solo dos de las tareas que ya se puso Biden para el primer día. El presidente electo ya tiene una agenda apretada a escala internacional para su primera semana: reingresar a la Organización Mundial de la Salud, reintegrar a Estados Unidos en el Acuerdo de París y restaurar los derechos de los estudiantes transgénero, entre otros. dar marcha atrás a la prohibición de Trump a viajeros de ciertos países musulmanes, devolverles el poder a las organizaciones sindicales, que perdieron con Trump, e incluso reforzarlo. Todo esto prometió hacerlo en sus primeros cien días.

Lo más importante de todo será llamar a sus aliados en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Y ellos están ansiosos por esa llamada. Ya prometieron hacer una reunión en marzo para encontrarse con el presidente electo y reconstruir lo que el magnate republicano destruyó: la cooperación internacional.

“Bienvenidos de nuevo, Estados Unidos”, escribió la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, cuando las cadenas de televisión estadounidenses confirmaron la victoria de Biden en Pensilvania. Es un “nuevo comienzo”, dijo el canciller alemán Heiko Mass, pidiendo una nueva alianza transatlántica. “Es el retorno del Jedi”, bromeó el actor Mark Hamill, quien interpreta a Luke Skywalker en la saga de Star Wars, comparando el final de Trump con el final del Imperio galáctico. Hay algo muy claro con la victoria de Biden: el universo siente un cambio en la fuerza, pero esto está lejos de acabar. El magnate republicano ha declarado que tendrán que “sacarlo arrastrado, pateando y gritando” de la Casa Blanca. El presidente se niega a ceder en su derrota. La saga continúa esta semana en las Cortes.

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